Sea feliz, no un idiota!

Si está leyendo esto, no se encuentra perdido.

Intento distraerlo, mientras le ato los cordones de los mocasines.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Zapatos

Los zapatos le bailan en los pies. Tienen un talle de más. Los zapatos se le salen de los pies. Tienen un talle de más. Perfume de mujer y de hombre, se va derrumbando sombre su vestido rojo, y sus labios rojos son parte de un mismo todo, de un mismo espanto lúgubre.

Los zapatos no tienen pies, se quedaron muertos. Los pies tenían un talle de menos. Y ahora ellos juegan elevándose por sobre el suelo, y a ese piso nunca llegan.

domingo, 25 de diciembre de 2011

Nochebuena

Es de noche en Japón. Es Primavera en Argentina. Entre chilenas y gemidos de asombro, danzan con la bola los mismos de siempre. Es que es de noche y hace frío, y con dos puñales, la marioneta torpe (pero brillante) aniquila a toda la burguesía. Los juglares hacen deleitar a su público y el circo nunca cierra.

Es de noche y hace frío en Argentina. Pasan once años y sigue siendo la misma noche de Japón. O ya es de día, como aquel Noviembre del dos mil, el espectáculo se brinda al amanecer. Las marionetas y los juglares siguen mezclándose y yo rio. 

Me había contado un uruguayo sobre esta sublime realización siendo yo aún un niño, y recién de adulto, con el doble de edad que en aquel entonces, pude verla en vivo. Gracias a la nostalgia de fin de año, Palermo le vuelve a meter dos goles al Madrid, y Riquelme...la pisa, la pisa, y la vuelve a pisar.

Televisor en off. Y el recuerdo, vuelve a ser fantasía.

lunes, 19 de diciembre de 2011

Los frutos

Lo útil, lo eterno, lo sutil. Los labios, los dientes, los dedos. Una muerte un sábado por la tarde. Y un mate dulce, y los chicos que andan desnudos por ahí. La sombra bajo la parra, los mosquitos molestos y la pelota pinchada masticada por el perro en el jardín. Y todo se mueve entre polos opuestos: va desde una música suave hasta un dolor de entrañas. Un gato que en realidad es gata durmiendo y regalándose a ese sol, de la misma manera que se regalan, uno al otro, (y se regalarán siempre) ellos dos.

Es Verano, es una casa, es Escobar, es Villa Puyrredón.

jueves, 15 de diciembre de 2011

Fiestas

Navegando en los montes impuros, surfeo las olas del conocimiento. Transformo mentalmente, e integro lo que se me cruce. Atrapado por siempre y para siempre en el loop cursada-parciales-recuperatorios-finales-cursada de verano- me tomo un tiempito, un ratito, para pensar en vos, tomarme un café y gurdarte al lado de mis apuntes, llevándote dentro de mi mochila, usando mi paraguas para cubrirte, y mis ojos para verte.

Queda poco y nada, Newton nació un 25 de Diciembre.

lunes, 28 de noviembre de 2011

La continuidad

Relojes, tornillos y un tema de los Beatles. Cajas, cigarrillos, lapiceras y apuntes. Fourier, Laplace, y lo que venga. Campos y vacaciones. Valeria del Mar y Saladillo. Hermanas, novias, novios, parciales y finales. Gatos, perros, calor y vísperas de Diciembre. Lechugas, pizzas, fernet y cervezas. Boca Juniors, Mecánica clásica, y álgebra lineal. Sudor y más sudor. Alpargatas sin luces...

Te espero.

jueves, 10 de noviembre de 2011

Octubres y Noviembres

Te dejo mi brazo, te dejo todo lo mío. Te dejo.

Mesas de plástico, sillas de lata. Te dejo mis cienpiés y mis notas. Banquetes de gomitas y primaveras.

Por lo alto y en las luces, unicornios de menta y otras idioteces.

Guías, parciales y finales. De plaza once hasta ciudad universitaria. En el uno, en el dos, hasta en el tres. En todos lados.

Ella y él; vos y yo: lo mismo pero distinto.

Juegos de siempre. Amores entre lapiceras y apuntes.

Sin nombres ni apellidos se entregan las hojas, rodeadas de garabatos y otros dibujos infames...aún así todos aprueban.

lunes, 31 de octubre de 2011

Subtes y Zombis

Voy hacia el fuego como una mariposa y no rima que rime con vivir...

Mailén llegaba con remera punk de ¿bad religion?, muy grande pare ser de ella, muy chica como para que el chino, su dueño más probable. Estaba yo en Uruguay al 200, olvidándome de llevar la dirección exacta. La calle era tan horrible como ella me había jurado tantas veces. "Tenés que comprarte celular, avisé a Nico que llegaba tarde" me dijo. Subimos al departamento a esperar al resto de los chicos, que de a poco fueron llegando. El horario oficial era a las 2 pm. Como soy la última persona puntual del país (algo que detesto cada vez más) resulté ser el único que llegó a esa hora. Eran dos y veinte cuando llego Mai, y tres menos veinte cuando llegaron Nadia y Mariam. Recién a eso de las tres y cuarto llegó Nico, y casi a las cuatro, el chino.

...No se pare,

Se suponía que la caminata zombie empezaba a las tres, y yo único varón por un buen rato, observé a las mujeres en la extraña práctica del maquillaje. Mientras, busqué las gomitas que le había comprado a Nadia por su cumpleaños nunca festejado producto de su ruptura reciente con el anti (aunque en buena medida también se las había comprado justamente a causa de eso) Mailén aportó algunas más que tenía en el cajón del escritorio. Cuando esta altísima jugadora de basquet me dijo que se las dábamos por lástima le dije que sí sin ningún tipo de disimulo, pero le dí un abrazo, o mejor dicho estiré mucho los brazos, me puse en puntas de pie y ella se agachó. Con su pelo naranja, su metro ochenta y pico y su piel muy blanca, definitivamente era la más aterradora. A Mailén el pelo no se le despeinaba ni aunque lo intentase y Mariam tenía para si demasiada ternura como para imponer a alguien temor, pues le resultaba imposible contener la risa en cualquier situación. Yo quedé masomenos, justo me agarraron después que llegase Nico, que no quiso maquillarse, y el chino sólo los ojos.

No se mate,

Llegamos a las cinco menos diez, y los zombis recién se juntaban: había miles en paseo Lavalle. Caminamos muy lentamente entre la muchedumbre, gritando y aullando. Mariam de mi mano, Mai de la del chino. Las cuadras iban lentas, la espalda me dolía por la mochila y la cámara de fotos no estaba cargada y su batería se agotó muy rápidamente. Todo el tiempo nos perdíamos, pero siempre íbamos todos y nos juntabamos donde Nadia, distinguible desde casi cualquier lado.
En un momento la escuché hablando con Nico, medio alicaída por su separación por lo cual inmediatamente propuse un abrazo colectivo: la agarramos entre Nico, Mariam y yo, y detrás nuestro miraban Mai y el chino, que se habían quedado algo rezagados, a los que Na les reclamó que se sumen, y eso hicieron, desde luego. Nico entonces preguntó si sentía un poco mejor y ella asinitió.

Sólo es una forma más

Era curioso que Mariam y yo pudiésemos estar así delante de todos y besarnos sin demasiado prejuicio, sin demasiada lengua tampoco. Ya estábamos los zombis en el obelisco, adueñándonos de Buenos Aires. Ya eran las seis y pico pasadas y yo tenía (y quería más allá de estar contento de estar ahí) que ir a jugar al fútbol a Escobar. El chino, ante mi pedido de ayuda, me explicó como tomar un subte ante las burlas de Nico y las risas de Mariam, intercaladas con alguna indicación extra de Mai. Le di un pico a Mariam, con cierto dejo de culpa por no poder estar solos, y un beso al resto y me fui. Era tan sencillo como me habían dicho: subí en Tribunales y cerca de Plaza Italia también uno de esos que toca la guitarra. Llegando al estribillo me acordé de Nontué, de un mail que me había mandado hace como dos años en tiempos de crisis. Y por sobre todo a ella cantando esa canción, porque definitivamente su voz era mucho mejor que la del tipo. Nontué y unas de sus polleras Hipponas cantando contra la puerta del subte.

de demorarse.

Congreso de Tucumán. Le dí unas monedas en la gorra al tipo de la guitarra, salí al sol, pisé mierda y me subí al bondi rumbo a casa. El conductor me preguntó porque estaba pintado y le expliqué, se rió y me fui a sentar. Me dormí tarareando:

Voy hacia el fuego como una mariposa...

jueves, 27 de octubre de 2011

Mes, años

Esto es dulcemente injusto. Extraño resulta poder reconocer que lo es en mi favor.

miércoles, 19 de octubre de 2011

Romanticismo a los golpes

Guardando luces en los ojos. Te llevo en mis bolsillos, te guardo en mi billetera. Te escribo en mi cuaderno. Te escucho en las canciones. Te deseo en los pasillos. Te imagino en mis olvidos.

Guardando pelusas en los ombligos. Te beso en los dedos. Te diagonalizo las matrices. Te leo en el monitor. Te veo donde no quiero. Te quiero cuando no te veo.

Soñando sueños imposibles. Vendiendo esperanzas y nostalgias: tres por un peso.

Besando besos divididos. Huelga de amores y otras cosas. Es que eso, el amor, no es algo pero es todo.

Escribiendo en mi blog, reescribiendo las coordenadas del sol.

Sol verde. Sol naranja. Shoppings y café. Cerveza y chocolate.

Matrices y conos. Todo es cuestión de momentos. Todo es cuestión de inercia.

Mecánica clásica y Coca-cola. Starbucks y romanticismo a los golpes.

Vivamos! (nosotros, también ellos dos, y los antinovios)

Nuestra lluvia no necesita paraguas.

sábado, 15 de octubre de 2011

Endorfinas

Golombek fue a dar una charla a la facu hace un par de meses. Contó que había empezado el gimnasio, que ellos (los biólogos como él) recomendaban hacer deporte porque liberaba endorfinas: sin embargo, no dudo en agregar inmediatamente que estaba muerto, y se arrepentía profundamente.
Dicen que reír también ayuda liberarlas. Y besar, y tener relaciones sexuales. En fin, casi cualquier cosa que nos haga bien las libera, aunque lo más certero tal vez sea decir que nos sentimos bien gracias a ellas y por eso vale la pena hacer ese tipo de cosas.
Curioso, en medio de etapas grises de mi vida, no hacia ninguna de las cosas mencionadas arriba. Un día arranqué yo también con el gimnasio, sigo yendo, y después de la sensación de cansancio y desfallecimiento muscular de los primeros días, pude comprobar que realmente me sentía más feliz después de cada día de ir. Un poco tonto la verdad, pero así de sencillo es todo.

Y pasan las plazas, los parques, las calles, los semáforos, los 107, los parciales, las guías, los susurros, los abrazos, los besos. Haciendo todo eso que nunca hacía, encuentrome cada vez más cerca de ese objetivo único y definitivo.

¿Y ahora qué? A la tarde gimnasio, a la noche con vos. Y después estudiar algo, y fútbol, y volver.

Ciclando las historias como mi Argentina, pisando los principios con finales.

viernes, 7 de octubre de 2011

Aprendiz

La verdad es que ya me cuesta mucho escribir: porque lo que sucedió en estas últimas semanas no es algo a lo que alguien como yo este acostumbrado. Y por eso es que aquel yo que escribió todo lo que aparece en este blog, no es mi yo de ahora, sino un yo que más bien me resulta ajeno, extraño, sólo conocido por esas cosas de memorias que parecen ya algo lejanas. A mí no me han enseñado, como a otros, a querer así como así, a conquistar territorios desconocidos. Aprendiendo de grande, viejo (pero a tiempo) domino este arte con la torpeza, pero, a su vez, con el entusiasmo de un principiante. Como el primer ser humano que levantó la cabeza y vio las estrellas, como el chico que patea por primera vez una pelota, me sorprendo al ver que todo esto no se trata del todo de aprender a conocer y querer al otro, sino también de hacerlo con uno mismo. Vos no sabías que yo era así y, francamente, yo tampoco. Y sí: somos patéticos, tímidos e ingenuos. Pero en una de esas (o estas) funciona.

Somos Cabildo y Monroe. Somos Plaza Serrano. Somos el Río de la Plata, con sus muelles y pescadores. Somos Ciudad (universitaria y la otra también).

Con un banquito nos alcanza.

domingo, 2 de octubre de 2011

Domingo a la mañana

Me quedo con tu sol.
Sol de mí.
Si mi vida,
siempre así.
Dos sin vos.
Vos sin yo.
Vos conmigo
y dos sin voz.

Con muchas incoherencias así se van transimitiendo mensajes hacia ningún lado. El tipo va contando nubes en su vaso, y recreando nostalgias en sus manos. Las abre y ve. Ve el campo de frambuesas, el alto pasto sin cortar del campito de al lado, los mechones desordenados de esa compañerita de la escuela que fue, y no sabe si todavía es porque hace mucho que de ella no oye nada. Mates y trucos con el abuelo. Abuelo, "eso es lo que soy ahora" piensa.

Nunca había escuchado la radio. Ahora la música de moda, con su sonido estúpido y repetitivo, lo acompañan para que no se sienta solo. Solo. Solo como se sintió en un Marzo, o tal vez, un Diciembre.

Mira por la ventana de su piecita: las calles tan sucias como siempre. Gentes que van y vienen, y dos besándose contra una pared, los únicos que se quedan quietos por un momento. De a poco el sol sale, los domingos a la mañana parecían ser capaces de reconocer su propia existencia. Como Pablito cuando se ve a sí mismo en una foto. ¿Jugaría Román hoy?

Busca las llaves, porque ya casi que siente un olor a panadería. Junta un par de pesos, es hora de emborracharse y desfallecer por unas facturas de dulce de leche. Se acuerda de las misas a las que nunca fue. Se ríe y vuelve a ser.

Cientos de carteles de publicidad que no leerá, incluyendo a los de los candidatos para la próxima elección, lo esperan en el camino.

Pensar, pensar y pensar. Daría él todo por dejar de pensar.

Terminó se salir el sol, su sol, y este le ilumina toda la cara arrugada.

domingo, 25 de septiembre de 2011

Gestación

Un hombre borracho me detuvo, me miró fijamente, y cuando yo ya estaba algo atemorizado, exclamó con una sonrisa: "¡El principito!" y siguió con su conversación incoherente. Sólo era mi remera.

La gente entonces ya no era para mí ese río gris y continuo. Ahora había mutado en materia discreta, pues cada uno era una pelotita color cremita que se movía aleatoriamente, sin una ecuación matemática que los describiera de forma sencilla. Pero yo no distinguía del todo bordes y contrastes, o sí, aunque estos no llegaban a ser procesados en alguna parte del camino.

Me quedaba con verde, rojo y amarillo como sinónimo de semáforo. Negro brea: avenida Santa . Marrón de mi remera. Y otro negro, otro amarillo (dos muy distintos) llevando a una distinta (ni cremita, ni gris) hacia algún lugar. Un vos dentro de un taxi.

Y un sesenta color nada, y yo sobre los asientos rojos, durmiendo acostado, despertándome cerca de Garín bañado en líquido amniótico.

Una nueva vida ha comenzado.

Me pregunto cuántos Buenos Aires caben en nosotros dos.

viernes, 23 de septiembre de 2011

¿Campo complejo?

Rozando lo evidente, queda un último gajo por comer por ahí. Llegando a lo verdadero, (todo claro, todo sencillo) siempre proyectada, la misma idea ya es verdad.

Los uno son dos, y el dos es uno.

Curvas simples, cerradas, orientadas en sentido positivo.

Funciones diferenciables en todo punto. E integrables también, por qué no?

Todo armónico, todo holomorfo.

Todo sale tomando parte real o imaginaria.

Mandarina sin gajos. Muerte en unos granos de café.

Cauchy tiró la cáscara. Y sobre el banco que quedó vacío, se cagaron las palomas.

lunes, 19 de septiembre de 2011

Ese horrible rosa

Temo emborrachar y perecer. Temo olvidar que existís: creerme, como ahora, que sos sólo una porción de fantasía, algo que inventé alguna vez.

Y verte de nuevo, y dejarte de ver, y volverte a ver. Estar o no estar con vos. Y siempre así, todo mi tiempo divido en dos. Partido en vos.

Y dormir y despertarme cada mañana (o mediodía en su defecto) para intentar reconstruir mi sueño. Sí, siempre con vos.

Es idiota y triste, sabés? No encuentro justeza en mis palabras. No puedo evitar caer en lo trivial, en lo rosa. No puedo fabricar (mierda, carajo, puta madre) una frase que te desarme y te deje rendida. Y vos simplemente siendo, me dejás así: flotando dulcemente.

Sencillamente, tu felicidad le da un sentido (uno de los más importantes) a mi existencia.

Decime viejo. Explicame mate. Tomame el pelo. Tentame para jugar al League of legends. Hacé conmigo lo que quieras.

Me quedé sin criterios para analizarte.

jueves, 15 de septiembre de 2011

Vuelta de página

Del otro lado de la hoja, tu guía. Esa que buscábamos porque no te diste cuenta que en verdad estaba en tu mano.

En el primer parcial de mate 4, el primero sale con Cauchy-Riemann, el segundo con el criterio de convergencia de Cauchy, y el tercero con la fórmula integral de...Cauchy. Empiezo a sospechar cada vez más de la legitimidad de su autoría en tantos hallazgos.

Te abrazo con el brazo izquierdo, dos veces. Una porque me dijiste que era un viejo choto: ambos sentados, yo a tu derecha. (no sé si vos apoyás mi cabeza en mi hombro, o yo soy tan bruto que hasta ahí te arrastro). La segunda cuando después de que buscamos en todos lados, diste vuelta la hoja y viste que ahí estaba la guía: vos sentada, y yo de pie, paso mi brazo por debajo de tu mentón y de tu cuello, procurando evitar tocar las zonas incómodas, agarrándote el hombro derecho.

Queda el último ejercicio planteado...algo que ver tiene con Cauchy, no lo dudo.

lunes, 12 de septiembre de 2011

Sujeto tácito

A veces, todo es perfecto (--- --).

viernes, 9 de septiembre de 2011

Vos

Desde un pedazo de plástico, pasando por la forma que toma la espuma de un vaso de cerveza, hasta algo tan obvio como una canción, hace que me pierda en vos. Carajo, odio sentir en forma de cliché.

Idas

La chica lleva siempre las mismas zapatillas. Les hace un doble nudo, como le dijo su papá cuando le enseño a atarse. Come gomitas de eucaliptus en el colectivo: las mastica repetitiva y mecanicamente, una adicción que nunca admitió. En el atardecer la luz le da de canto, y los ojos marrones se llenan de verde. Cuando se termina el paquete se encuentra ya cercana al lugar donde queda la parada, así que se arrastra torpemente hasta la puerta delantera (sale siempre por allí porque le gusta saludar al chofer) y desciende de un pequeño salto hasta el piso, tirando el envoltorio, vacío salvo por algunos granos de azúcar que habían quedado sueltos, al tacho más cercano. Pasa por ahí un muchacho, hacen como si nada, pero se toman de la mano (la izquierda de ella; la derecha de él) y se pierden de mi vista entre un montón de gente, mientras el bondi toma el camino equivocado.

lunes, 5 de septiembre de 2011

Septiembre, otro Septiembre

A veces pienso en lo que te compone. Trato de figurarme de que manera puede ser posible que seas de la forma que sos. Imagino causas, casualidades, bifurcaciones de destinos que te han llevado hacía mí.

Mis ojos no son más que dos o tres, e intentan observarte de reojo, y a veces, captarte. Me dibujo todos los escenarios con lápiz y neuronas, y siempre resultás ser poseedora de todas las perfecciones.

Te quiero tomar con cucharita y cucurucho, pero otras veces quiero ser yo el helado.

Me despellejo frente a vos, te muestro mi carne y mi alma: una viva y la otra muerta.

En un cuarto kilo, saboreándonos los dos, y ya no pensar. No pensar. Dejar la complicación de los por qué. De los porque, también.

Derretirnos, hasta no distinguir un sabor, o mejor, paladearlos a todos.

domingo, 4 de septiembre de 2011

Pelando (no precisamente margaritas)

Bajo ningún punto de vista pienso olvidarme del hecho de que te extraño.

No voy a adaptarme tan mansamente a mi nueva rutina de milanesas sin restos, de cafés de los ricos sin vos.

No quiero, no, sentir que tu persona se diluye en recuerdos y nostalgia de tiempos más felices.

Quiero renovar el contrato de amistad, con una cláusula para verte de vez en cuando.

Me piso la cola al intentar definirte, pues vos sólo sos vos, y no podés ser otra cosa.

Qué sexys esas tijeras!

jueves, 25 de agosto de 2011

Súplica del soldado caído

Se ha vaciado todo el territorio. Yo me quedo rendido en el combate, dejando los desechos de un café atroz en mis ojeras. Debo besarte, abrazarte, quererte, matarte, revivirte, odiarte, tomarte toda, con tu sangre y tu bilis, para luego poder ser yo.

Será la batalla última, que me sumergirá como submarino en océanos profundos, por debajo de tu vientre, perforando los intestinos con una daga verde. Moriré en las flores de tu Primavera, como tierra y sudor, te oiré hablar con mi lengua.

Será sin metáforas y sin verdades, será la realización efectiva de nuestro más obvio destino. Ser los dos, con vos siempre ganando.

De rodillas ante ti, se suplica siempre como si fuera esa, la gran obsesión.

Me rindo sin esfuerzo cada vez, mas jamás admitiré tal fracaso ante tus ojos. Será que te sabés ganadora, y ese placer que te causa mi derrota, hace que sonrías una y otra vez.

Suspiro por otro Invierno que pasa, suspiro por la llegada de los árboles hacia las blancas costas, de la noche hasta las pieles rojas.

Hoy pierdo por culpa de mi propia estocada. ¡Oh mujer, no derramemos más sangre!

martes, 23 de agosto de 2011

Mano de Dios(a)

Antes de entrar al aula de esa escuela, cuya puerta tenía un cartel que decía: "casa del horror", jugamos a que íbamos a tener miedo.

Yo te dije que tenía ganas de mear, vos me dijiste que también. Por lo cual, ambos nos figuramos como sería la experiencia al entrar a ese lugar con semejante urgencia, y gesticulamos un chillido de terror seguido de un suspiro de alivio. Tan idiotas y sincronizados los dos.

Entonces, después de tanto te dejaste caer con delicadeza sobre mi pecho, dejando que tus dos brazos me cercasen como hacía tanto que no lo hacían, y yo también te agarré, para no dejarte ir.

Entré a ese laberinto delante tuyo, como valiente caballero, no veíamos nada, pero nada daba miedo. En la oscuridad avancé chocando todo, y en una de esas, encontré tu mano, la tomé y seguimos, cada vez riéndonos más, siendo yo muy consciente de su calor, hasta que un tipo con la máscara de scream apareció gritándonos al final del camino. No nos dio temor alguno.

Perdido te pregunté como salir, y entonces el enmascarado nos dijo con voz muy aguda: "por acá". Y claro, nos desarmamos los dos, un poco te tuviste que agarrar de mí para no caerte, aunque no te diste cuenta que no tenía sentido que hicieses eso al mismo tiempo que movías mi piso.

Y salimos al sol, de nuevo luz, de nuevo el mundo.

Vos con él, y yo conmigo.

domingo, 21 de agosto de 2011

Pink Floyd - High Hopes


The grass was greener,
The light was brighter,
The taste was sweeter,
The nights of wonder,
With friends surrounded,
The dawn mist glowing,
The water flowing,
The endless river,
Forever and ever.

jueves, 18 de agosto de 2011

Amanecidos

Quiero quererte porque vale el riesgo, mas quiero a la otra.

Quiero quererte por tu pelo despeinado, tu actitud despreocupada, tu humildad y tu alegría.

Quiero quererte, pero quiero a la otra.

Sos mediamañana y calor, sueños azules. Tal vez sí te quiero (más quiero a la otra).

Ilusas primaveras de pájaros que se estrellan en las ventanas de tus girasoles.

Rueda en tiempos.

No quiero querer a la otra.

Queriendo querer quererse, mi amor se pierde en el eterno loop de los ruleros.

lunes, 15 de agosto de 2011

Reelecciones

Tengo un miedo de Argentina...

sábado, 13 de agosto de 2011

Reencuentros

Papeles de caramelos fluyendo de aquí hasta allá. Desde mi techo hasta tu cielo, sumergiéndose y flotando hasta rebosar tu cuarto, y en ese plástico pegajoso es que las cosas caen...

Y tu boca mastica y los enamorados se besan y las ellas se reencuentran como siempre, como nunca un amor, de sol, de mí, de vos.

Las cosas se tocan, vidas se marcan, la otras se olvidan.

Alabados los muertos que hacen nevar en Buenos Aires.

En un mar de Sugus se funde aún más azúcar.

Y sí, porque no? Porque no regalarse como ellos, un nuevo tal vez?

Veda

Dibujar la sonrisa. Buscar la sonrisa. Reírse de la sonrisa. Buscar las palabras, anular las palabras. Reírse de las palabras. Dibujar las alegrías.

Se caen entre dos enamoramientos fugaces, de mentira.

Y que linda es.

viernes, 12 de agosto de 2011

Los circos y las rutas

Cuidado! Curvas peligrosas.

jueves, 11 de agosto de 2011

Velvet underground - Venus in furs


I am tired, I am weary,
I could sleep for a thousand years.
A thousand dreams that would awake me...
Different colors made of tears.

miércoles, 10 de agosto de 2011

Derecho por la General Paz

El colectivo parece ser un tubo, uno metido en otro, en forma cilíndrica, y las luces se cierran sobre él, cada vez más. Van pasando una a una, apagando y muriendo.

Conté 5 Big Bangs, y los amores quedan en las zapatillas, que juegan a pisarse sobre las piedras.

Bonito insecto, vuela hacia al brillo, se impregna y enciende las luces, se aplastan, y me dan el fuego.

Mundo de abrazos. Soles sin nombres.

Pegajosa belleza, mosca que irradia botones vegetales, flores, humanos y otras faunas.

Otros 3 Big Bangs.

Unas palabras más, inútil viaje de cafeína.

Fotogénicos payasos que nunca acabarán. Y las moscas, y el azúcar, y la luz.

Volemos alrededor de ella hasta morir.

martes, 9 de agosto de 2011

Epílogo

Llegamos con ella a conocernos lo suficiente como para no tener nada que decir.

Y sí, mi amigo tiene arrebatos de sencillez y humanidad, y repitió una frase con la que no siempre coincido, pero era perfectamente cierta en estos momentos: "las acciones importan más que las palabras".

Y yo, entonces, incapacitado quedé para intentar expresar mis sensaciones al verte, respirarte, por todos lados. Amor, nada. Amistad, nada. Cariño, nada.

Vos, nada. Yo, nada.

Arranquen mi cerebro, examinen mi cuerpo, hagan todo lo que puedan y más si quieren comprender mi estúpida sonrisa, cursi sonrisa, impregnada en toda la locura de los sueños, de los soles, de las vidas, de las muertes.

sábado, 6 de agosto de 2011

Fin de los finales

Sólo a veces uno tiene la posibilidad de saber, con algunos segundos de anticipación, cuando algo genial está por suceder. Esos segundos previos se inician en el momento exacto en el cual Mailén toca el timbre de casa. Ese es, sin dudas, mi t=0 en esta historia, la condición inicial que determina todo lo que vino después.

Pero antes, sabiendo yo que ella estaba por arribar, de a poco cada neurona de mi cerebro empieza a pensar en ello, cada neurona mía, pasa a ser una neurona-Mailén, y de a poco todos los pensamientos, todos mis pensamientos, le pertenecen a ella. Y ocupa tanto espacio todo lo que ella significa, que no me alcanza el cerebro, y empiezo a pensarla con la boca, con las manos, con los dedos de los pies, hasta que ya no me alcanza el cuerpo y todo eso se escapa, llena mi habitación, y temo que mi viejo, tomando mate en la cocina, sea invadido por ella, porque ahora todo lo que era yo es Mailén, y también el aire y mi pieza.

Entonces, al sonido del timbre, lo acompaña el sonido de la llave que yo agarro para abrirle, y el sonido de la puerta al abrirse, y después, verla de perfil, a unos diez metros de distancia, sin que ella lo note, esperando que le abra de otro lado, o, tal vez, mirando a mis perros, cada vez más viejos. Me encantó que no le ladrasen.

Y lo genial llega, toda mi casa-Mailén tiene a la verdadera Mailén adentro, y ella ni enterada de eso. Y yo no sé que se hace, no sé si la dejé pasar primero a la casa, porque jamás fui un caballero. Tampoco sé si me quiso dar un abrazo y yo también y nos salió masomenos, porque eso no es lo nuestro, y justamente, por eso, es que un abrazo torpe e inseguro fue tan lindo.

Apoya su cartera en la cama de mi cuarto, que ahora es suyo, y saca un regalo, y yo no puedo creer que siempre sepa lo que tiene que hacer. Lo sabe, no sé. Una bufanda ("Tejida por vos?!") que literalmente disuelve todo lo que yo podía llegar a hacer o decirle. Era su medio cumpleaños, cumplió 43 medios años ayer, cuando yo cumplí 44. Así que le dí un alfajor, no era mucho, pero yo sabía que ese le gustaba.

A esa altura no entendíamos nada, o ya entendíamos todo. En épocas anteriores, nos habíamos regalado tantos te quiero de manera indiscriminada para luego distanciarnos estúpidamente, que la verdad, habíamos vaciado a las palabras de contenido. No podíamos, no podemos (o al menos, yo no puedo) calificar lo que sentimos tan simplemente. Sólo le dije "gracias" y un abrazo, que me devolvió por primera vez después de casi un año. Era terrible volver a abrazarse después de tanto tiempo, más si tenemos en cuenta que nos habíamos seguido viendo, por lo general intercambiando meros silencios incómodos. Aunque yo sé que ella no vive las cosas tan dramáticamente, que no notaba que la casa amagaba con caerse. Para evitar tamaño lío, la solté enseguida.

Ya sólo nos restaba improvisar una charla banal hasta que llegase el resto, porque todo lo que importaba no lo íbamos siquiera a insinuar.

Pasó la noche, y cuando la fuimos a acompañar al colectivo, le dí un último abrazo, el único que nos salió realmente bien, porque yo sé que cuando abraza de verdad, te apoya un milisegundo la cabeza justo abajo del hombro. Yo había aprovechado para estrenar la bufanda.

Todo terminó de una vez. No tiene sentido decir que es un final. No tiene sentido, porque no termina nada. Pero si fuese una película sería uno ideal...llegar a casa y ver por todos lados su boca agigantada cuando se ríe, sus labios rojos, y esos aros con muchas cosas que cuelgan que me encantan. No puedo decir que siento por ella, porque no tengo idea, no tiene sentido siquiera pensarlo. En resumen estaba (y por una cuestión de inercia, como mi cuerpo tiene masa, sigo estándolo) tan feliz, que feliz es la palabra más insípida e idiota que he escuchado.

Si había una que en verdad podía de alguna manera sintetizar todo esto, es la que rebota como pelota a través de todo mi universo: Mailén.

Mailén, Mailén, Mailén, Mailén.

Y te vas del cine.

viernes, 5 de agosto de 2011

Un número de locos

22. Loco. Cuesta creer, concebir siquiera, que tengo semejante edad. Pues, de alguna manera u otra, podría asegurar que tengo unos quince o dieciséis años, desde entonces me olvidado de todo.

Nací el año en que cayó el muro de Berlín, uniendo a una Alemania partida en dos, tan partida estaba que mi abuelo se vino acá, y hoy hablo este dialecto del castellano y no sé una pizca de alemán, más allá de mi apellido.

Nací el año en el que asumió (al menos en mi opinión) el peor presidente de la historia democrática nacional, que ha causado daños de los cuales tal vez nunca nos lleguemos a recuperar del todo. Nací en Pilar, aunque, sin embargo, de ese lugar no sé ni como se llama la calle principal. Sólo nací ahí porque en ese sitio atendía el médico de mi madre.

Viví siempre en Escobar, ciudad de la flor, donde un represor y torturador insólitamente gobernó ocho años. Utilizó como parte de su campaña en 1995, postulándose por el PJ, (el mismo que hoy presenta 6 candidatos para las primarias, (cuatro!) con Cristina y (dos!) con Duhalde) la canción de Los Fabulosos Cadillacs: "Matador".

Vi las gomas de los autos y el país incendiarse un Diciembre, y me recuerdo llorando con mis doce años sin entender.

Grité con Batistuta, y dí varias vueltas alrededor de la plaza San Martín cada vez que ganó el Boca de Bianchi.

Hice primaria y secundaria. Soy, todavía, estudiante de exactas, de Ciencias Físicas, y el lunes me censé.

No sé si alguna vez me enamoré, o si es que siempre amé, y ya no más.

Voté en 2007 y 2009. Fallecí dos o tres veces.

Son las 4 am y a eso de las 2 am de un Sábado como hoy de 1989 yo nacía.

Se murieron mis abuelos y recién ahora los extraño, es la típica conducta humana.

Hablo inglés y castellano, y no creo en nada, sólo en el ser.

Peso unos sesenta kilogramos fuerza, y a mi edad, creo que estar feliz o triste, no es más que una cuestión de actitud.

Recuerdo soles y manos.
Recuerdo mentiras y espantos

Soy lo que fui,
pero seré cualquier cosa.

Camino con todas las mochilas, y todas las cosas. A mi edad, ya tengo un pasado, y ya sé más o menos, lo que seré en el futuro.

Querer es poder, mas el poder no es querer.

Nada es tan simple. Nada es tan complicado.

Pero si me dan a elegir, de este tiempo me quedo con esa luz a través de las rejas del colegio, primero.

Con ese abrazo en la cocina, después.

Y con vos...para siempre.

jueves, 4 de agosto de 2011

Los medios años

Un pantalón rojo que usabas para dormir en agosto de 2008. Un águila en febrero de 2010. Muchos abrazos hace un año.

Hace seis meses, huevosdechocolatetalvez, hacia vos, desde mí.

Me diste los mejores regalos de medio cumpleaños o, si lo preferís, cumplemedioaño. Mañana cumplirás 43, y yo 44. Tal vez no nos veamos en tan especial ocasión, niña dueña de todas las cosas, pero los recuerdos en esta fecha se suscitan.

Papeles muertos recuerdan estos días, y al pensarte, siento como un dulce de leche, y un chocolate tibio corriéndome por las venas, arterias y capilares. Una sonrisa de eco eterno.

Luego, todo se vuelve más fácil cuando recuerdo el mero hecho, el pequeño milagro, de que existamos al mismo tiempo.

martes, 2 de agosto de 2011

Batido

Estornudás, y buscás un pañuelo de papel con tu mano. Te sonás, y al agachar un poco la cabeza, al hacerlo, se te suelta un mechón de pelo. Instintivamente, utilizás tu mano libre, la izquierda, para situarlo nuevamente detrás de tu oreja. La vista nunca deja la hoja. Retomás la lapicera, y seguís con el ejercicio. De vez en cuando, te frenás, pensando un poco, dudando, y la apoyás sobre tu labio inferior, hasta llegar a una respuesta y continuar con el proceso. Eventualmente, le echás un ojo al libro que esta abierto en alguna página relacionada con el tema. Un café, dos. Tres pañuelos, cuatro.

El ciclo se repite un número entero de veces, todas las veces que vos quieras y/o necesites. Te admiro tanto que no sé que decirte. Sos un estudiante más de exactas. Pero no sos una más.

Te das cuenta que te miro y me mirás, y yo me alejo, vuelvo a lo mío y dejás de mirarme, y yo vuelvo a enfocarte, y así.

Te quiero no son las palabras que busco. Te quiero no es lo que siento. Somos brutos, pues no tenemos todavía forma de aproximar, ni siquiera por Taylor, con palabras y textos racionales abstractos que tiendan a emociones animales.

Sólo te miro y quedo totalmente envuelto en tu frecuencia, en tu rutina, en tu retina, en tu ciclo de estudio, arrasado en un terrible batido.

Alfajores y relojes

Tocás la puerta y guardás, guardás en tu bolsillo,
un dulce alfajor.
Abrís la puerta y me abrazás, me abrazás,
a mí.

Se van dos campanas con el mismo reloj.
Sin parámetro, sin neuronas, la nostalgia queda en un papel de aluminio.

Nos comió a los dos, nos comió los tiempos,
ese puto alfajor.

Sincronizados íbamos caminando de la mano,
y nada quedó.

Dos campanas sonaron, y murió,
murió nuestro reloj.

Un Águila o Cachafáz; un Rolex o mistral,
ya lo mismo da.

Me quedé estúpido, sin tiempo y sin,
sin alfajor.

Me quedé sólo con agujas muertas.

Vos y yo, yo y vos. Vos. Yo. Vos.

Medio alfajor para cada uno, y todo el tiempo,
de nosotros dos.

sábado, 30 de julio de 2011

Pasos

Los dejó solos. Era una de esas situaciones que lo incomodaban. Bah, casi cualquier "situación" lo incomodaba. Se restregó los ojos, y tras cerrar la puerta, sus pasos resonaron, con eco incluido, en su transcurso por el pasillito.
Decidió no tomar el ascensor: la escalera formaba casi su único ejercicio físico rutinario, y además (aunque nunca lo hubiese admitido) tenía cierto pánico hacia ellos. Fue bajando de a saltos, saltando alternadamente con la piernas izquierda y derecha, respectivamente, hasta que cuando le quedaba la última (venía desde el quinto piso) los gemelos le ardían y no tuvo más opción que bajar normalmente. De más estaba decir que no hubo nadie con el que se cruzase en el trayecto, por lo cual se ahorró el ridículo.
Ya en planta baja, llegó finalmente a la puerta, abrió, y dejo pasar a una viejita que sonrío agradecida. Tras cerrar nuevamente con su llave, se le ocurrió que la señora podía ser miembro de alguna organización terrorista, y él, muy descuidado, la había dejado entrar. Tuvo una gran satisfacción y se le curvó una mueca al imaginarse al edificio desmoronándose, provocando cientos de muertos y heridos. Lo que le causaba placer no era el horror en sí, sino el mero hecho de poder ser partícipe de un hecho tan trascendental.
Se alejó unos cuantos pasos más, dejándose arrastar por sus pies hasta la parada, esquivando baldosas rotas y excrementos caninos, aunque, por tener la mirada fija al piso, no pudo evitar chocarse con algún otro peatón. El colectivo llego unos diez minutos después, se subió algo apurado (aunque en realidad no tenía que ir a ningún lado) por lo cual se ganó una mirada ofendida del chofer, y al sentirse atemorizado, como le sucedía en casi cualquier situación, apenas osó a balbucear torpemente su destino, y por fin, para su alivio, llegó a su duro y pegajoso asiento para jugar uno de sus juegos favoritos.

viernes, 29 de julio de 2011

Jujuy

Morir sigue siendo fácil en Argentina...

jueves, 28 de julio de 2011

Colapso

Y el tipo buscaba metáforas, comparaciones, analogías, razones, excusas, justificaciones, algún argumento para expresar lo que en realidad se había vuelto tan trivial de observar.
Un te quiero brotando insensato, produciendo un alivio infinito, pero condenándolo al abismo que siempre es el profundizar las relaciones mezclándolas con jarabe.
Años después de desamores y desencuentros, de platos rotos y aniversarios deprimentes, este buen hombre cayó en la cuenta, de que a veces, sólo a veces, el amor era un café a la mañana, una pelea a la tarde, unos brócolis con queso a la noche. Y de vez en cuando, sólo algún que otro de vez en cuando entre esas a veces, que no tenían por qué ser pocos de veces en cuando, en una mirada, en una risa de siempre, en unas zapatillas rotas, y en uno de esos soles fugaces, se estrellaba sobre sí misma colapsando, toda la belleza, toda la poesía, y todo ese sacrificio convergía a cero, y todo ella, y todo él, todo ellos, divergían como delta de dirac, muertos una vez más, siendo uno y dos.

Gol de Sanfilippo

Carta de Osvaldo Soriano a Eduardo Galeano. Del libro 'El fútbol a sol y a sombra' de Galeano.

Te cuento que el otro día estuve en el supermercado «Carrefour», donde antes estaba la cancha de San Lorenzo.
Fui con José Sanfilippo, el héroe de mi infancia, que fue goleador de San Lorenzo cuatro temporadas seguidas. Caminamos entre las góndolas, rodeados de cacerolas, quesos y ristras de chorizos.
De pronto, mientras nos acercamos a las cajas, Sanfilippo abre los brazos y me dice: «Pensar que acá se la clavé de sobrepique a Roma, en aquel partido contra Boca».
Se cruza delante de una gorda que arrastra un carrito lleno de latas, bifes y verduras y dice: «Fue el gol más rápido de la historia».
Concentrado, como esperando un córner, me cuenta: «Le dije al cinco, que debutaba: no bien empiece el partido, me mandás un pelotazo al área. No te calentés que no te voy a hacer quedar mal. Yo era mayor y el chico, Capdevilla se llamaba, se asustó, pensó: a ver sino cumplo».
Y ahí nomás Sanfilippo me señala la pila de frascos de mayonesa y grita: «¡Acá la puso! ».
La gente nos mira, azorada.
«La pelota me cayó atrás de los centrales, atropellé pero se me fue un poco hasta ahí, donde está el arroz, ¿ ve ?» -me señala el estante de abajo, y de golpe corre como un conejo a pesar del traje azul y los zapatos lustrados-: «La dejé picar y ¡ plum !».
Tira el zurdazo. Todos nos damos vuelta para mirar hacia la caja, donde estaba el arco hace treinta y tantos años, y a todos nos parece que la pelota se mete arriba, justo donde están las pilas para radio y las hojitas de afeitar.
Sanfilippo levanta los brazos para festejar. Los clientes y las cajeras se rompen las manos de tanto aplaudir. Casi me pongo a llorar.
El Nene Sanfilippo había hecho de nuevo aquel gol de 1962, nada más que para que yo pudiera verlo.

martes, 26 de julio de 2011

Ilusionistas

Un nene cuenta sus narices y, aliviado, comprueba que ya no tiene ninguna. El pariente jocoso, ve, con horror, como lo que creía que era su dedo pulgar, tiene dos orificios olfativos mocosos en su lugar.

Desde luego el pibe, sin más opción, toma un cuchillo de esos largos de la cocina, y aprovechando el desconcierto del adulto responsable, distraído, observando esa realidad alterna a lo que él supone posible, con un movimiento sorprendentemente veloz, los recupera.

Se los pega de nuevo y, burlón, agrega: "ya no tenés mi nariz!" mientras el señor se desangra.

domingo, 24 de julio de 2011

Demo-Kratos

Un juego: un mensaje populista, demagógico y vacío de contenido, que hace sentir a la gente identificada con el locutor. Éste sabe como acceder al corazón de la masa, como hacer del individuo parte de un todo y homogeneizarlo como parte del mismo.

La empatía es indispensable: mostrar que aún en su grandeza el ser soberano es capaz de tener algún problema algo similar al de sus oyentes, pero que, a su vez, su extraordinario poder le permite superarlos a pesar, (e incluso gracias) a ellos. Eso sí, nadie tocará su aura.

El tercer punto clave, tal vez el más importante, es señalar a un enemigo acérrimo (real, ficticio, o un poco de ambas cosas) culpable de todos los problemas de la plebe: gorilas, judíos, subversivos, cabezas, extranjeros, latinos, mejicanos, homosexuales, negros, zurdos, comunistas, capitalistas, militares, inberbes, fachos, nazis, rojos, empresarios, etc.

Sin dudas lo definitivo, y decisivo, es buscar la supresión de la razón lógica en la población: la gente poseída por emociones fuertes es mucho más manejable, si se saben aplicar los puntos anteriores.

Será de vital importancia mantenerla con el nivel más bajo posible en cuanto a su educación se refiere, así el engaño será posible de ser llevado a cabo. Por eso, la mayoría deberá ser pobre, o indigente, obligada al trabajo forzado y/o rutinario con tal de permitir su propia subsistencia. Esto último le dejará poco tiempo para poder acceder a una mayor diversidad de conocimiento, e incluso, debido a esto, no será siquiera consciente del uso y abuso de sus derechos por parte de sus propios representantes.

viernes, 22 de julio de 2011

Sangre

El sol se filtraba por las rendijas de la ventana, y el verde no era verde, y el marrón no era marrón: por todo eso yo ya sabía que eras vos. Nada es más importante que tener una certeza, que dejarse llevar y tomar una decisión. No caímos en la demagogia de mentirnos mutuamente. Nos quedamos ahí, mirándonos a través de una rendija sonriendo, hasta no poder más.

jueves, 21 de julio de 2011

Azules

Tal vez haya sido el último vuelo dorado: puntazo a puntazo, ilusión a ilusión, gol a gol, se desdobló sobre sí mismo y se abrió como capullo para decretar sin belleza sucesivas muertes del arquero. Sin magia en sus botas se desplegó con sudor, como un sueño de saeta alejándose del suelo para no volver.

No volver. Un abrazo en silencio, una despedida no confesada, pues nadie sabe cuando oportunidades de esa clase se presentan.

Un Invierno, por ser invierno, era el momento de acurrucarse, y sacar del medio.

miércoles, 20 de julio de 2011

Principia

Tras exhaustivas reflexiones internas, puedo decir, con total humildad y (sobre todo) objetividad, que soy un gran escritor. Aquí anunciaré en breves, los preámbulos de mis esperanzas.

cursicursicursicursicursicursipuaj

Sos el viento de todos mis barriletes

domingo, 17 de julio de 2011

Renacuajos

No me gustaba eso de que fueras de la realeza. No quería, ni quiero, muñecas maquilladas y falsas, con sonrisa plástica y fealdad artificial: yo quería unas alpargatas y unos jeans medio rotos (o una pollera larga) pelo enredado por el viento y ojos inevitablemente brillantes por el sol tempranero, y las ojeras de una noche sin dormir. No quería princesas.

Pero tal vez sólo por eso de quedar bien, de arreglarte porque de vez en cuando (sólo de vez en cuando) te pintabas bien las uñas, te delineabas los ojos, y salías sin prejuicio alguno a matar por ahí, con esa forma de asesinato tan sutil que te hacía culposa y no dolosa, al menos desde el punto de vista oficial.

No me gustó desfallecer en tus dominios, en tus labios nunca tan rojos. Muy fácil fue para vos hacer de ese colectivo un carruaje, de esos pasajeros tu séquito, y de mí.

Y de mí hacía vos. Sin crédito en el SUBE, fuimos contando monedas improvisadas, y lo que nos quedó se hizo barra de chocolate, tras tu banquete real de milanesas con papas fritas.

No quería, porque no podía, coronarte con papel de cigarrillo, no sólo porque no fumábamos, sino porque se te hubiese caído varias veces esa corona mientras saltabas en cada esquina, dado que tus cortas patas no llegaban al cordón sin poder evitar el agua que allí se acumulaba.

Las llaves, y su sonido de metal, que nunca había sido igual, abrieron, y yo por primera vez fui caballero y te dejé entrar sin pasar al café. Tal vez de mi parte fue una ingenuidad.

Pero mejor cumplir con el protocolo.

Pasillos

Con su música favorita, con whisky y pastillas, tiraba su vida. Vaya uno a saber porqué. Tal vez porque así, siendo como era él, debía ser. Sin lágrimas, ni culpas, ni dramatismo alguno: muy poco sensato era lo que en realidad era evidentemente inevitable.

Se doblaron las esquinas y en las nostalgias y en un murmullo naranja todas las noches se volvieron de luna llena.

Entró corriendo alguien, se escucha un tal vez.

viernes, 15 de julio de 2011

Finale e concluzione

Por eso nos escribo, nos escribo a los dos en mi cabeza, porque sé que sólo vos podrías entender lo que pienso ahora, ilusión a ilusión, maquinación eterna.

No sé de vos. No sé de mí. Somos ficción, y de mentira. Hoy nos vuelvo a escribir.

jueves, 14 de julio de 2011

Apuntes

Con toda esa puta pureza de amor cotidiano que tenían esos dos, no dejaban nada para el resto, y en el medio de los océanos quedaban los párpados, la espuma, y los sobrecitos de edulcorante que nunca nadie iba a usar.

En alguna parte de la panamericana quedaba la selva, sin taparrabos los monos pelaban bananas y derretían argumentos triturando la capa de ozono. Y entonces, ya el norte de la provincia quedaba muy lejos, y en Buenos Aires capital, al borde del río, ellos dos, tomando en telgopor, rompiendo toda la porcelana.

martes, 12 de julio de 2011

Dos por cuatro

Con tus ojos tristes dibujabas las sombras de la pared, y con tu sonrisa que todo lo comprendía iban cayendo una a una. Si habré contado las rayas de tu remera, y cada una de las cadenitas que se iban arrancando con una premura insoportable. El disco rayadísimo sonando una vez más, los terrones de azúcar muertos todos en tus dientes, se sumaban a todos los rubores de todas las vergüenzas en cachetes morados, y todas las ondas de tu pelo iban y venían, oscilando en resonancia, haciendo estallar a pedazos los soles que ya no nos miraban. Y si venía un beso había otro, y si corríamos descalzos porque nos ardía el suelo de abajo y nos encantaba, y si, y si.

Parabas. Una vez más te habías adueñado de todo.

Algún perro ladraba, y mientras amanecía, o atardecía, yo ya no sé, era otoño, invierno, primavera, verano, unos mates, unos churros y la telenovela, con esa señora que nos puteaba desde la ventana de enfrente.

viernes, 8 de julio de 2011

The Battle of Evermore



Siempre se estremece en una de las oscuridades, arrastrándose una y otra vez a esas cenizas, esas que estallan de vez en cuando en una memoria de guerra y nostalgia. Los guantes sostenían la carne fresca, o tal vez era la foto en blanco y negro de lo que fue, o pudo ser...

Cuento los fósforos...todavía no quemé todo.

jueves, 7 de julio de 2011

Dos por tres

Soy inmortal. Te veo y vos, no sos vos, y yo no soy yo, y nada es en realidad. Un alfajor de mousse a medio comer es, pero vos y yo no. Café con leche y otros desayunos: el amor muta en forma de joystick inalámbrico, y apretando todas las teclas siempre salen, y no por casualidad, los mismos ganadores.

Gusta una del rosa, y otro del negro, mas caminan el mismo sendero sin otro propósito que la mera existencia. Tres años no es nada, y es todo, o mucho...o tal vez sean dos y uno, y uno y dos, porque siempre van juntos.

Me quedo si te quedás, y si te vas me voy con vos. Y si un día me mandás a la mierda, después me olvido y me río. No hay mucho más que vivir, ni ser vivido, pero cafés quedan muchos por beber.

Y si no los puedo imaginar separados no es original, a todos le pasa. Y lo mismo si digo que los quiero, que son lindos y ñoñísimos.

No hay más que eso. Un Mai, un chino, unidades elementales de vaya uno a saber qué cosa, fusionándose y mezclándose con todos, sin dejar de ser dos, sin dejar de ser ellos mismos.

No queda más. El amor existe, pero no es rosa.

Parcial

Todo bien...pero te extraño, estúpida.

martes, 5 de julio de 2011

Nadanadanada

Esquizofrenia, locura, y creatividad.

Vos, vos y vos.

Yo, yo y yo.

sábado, 2 de julio de 2011

De abandonos

Me quedé ahí quieto, simplemente perdido en tus tobillos. Ellos se iban, ni frágiles, ni fuertes. Pero en lugar de ellos, se doblaba el piso, y yo sin él, quedaba suspendido, ingrávido, condenado a flotar para perseguir con la mirada ese par de tobillos en los que me había perdido.

Me arden los dedos, no tocan nada, pero se retuercen y escurren su sangre sobre sí mismos, decididos a ese suicidio con tal de evitar ser parte de vos.

Te vas con la mirada, y me quedo en tus tobillos. Te vas.

Te vas con los brazos en jarra, y con la espalda negra.

Me das tu última cara, sonrisa de nada, café tampoco.

Me duelen tus pies, y me vuelvo a la tierra.

Soy yo.

Quedé tirado, vomitando en tu almohada.

martes, 21 de junio de 2011

Nada que ver con las heridas

Fallece internet en mi domicilio particular, y las inspiraciones quedan grabadas en cerebros y en hojas de caligrafia indescifrable. Oh, ¿qué sera de mí?

En mi casa real, sin embargo, está lleno de computadoras lentas y perezosas que no me dejan otra cosa más que hacer que utilizarlas solamente para escribir.

Me he quedado sin metáforas en mi bolsillo de caballero, y en las carteras de las damas encuentro los placebos de mi invierno sin bufandas. En este, su solsticio, en el labo de compus, encuentro tus ojos, que leen mucho mas rápido de lo que yo pienso, y no soy más que ese que busca, como todo aquel que escribe, un sentido de pertenencia con el que lo acompaña, una convergencia, una extraña empatía telequitica.

He decidido como todos los grandes nombres de la humanidad, ser valiente, pero todavía, no me he atrevido.

Suspiro por una Argentina, por "la" Argentina, con sus eternas turbulencias. Suspiro por una argentina, "la" argentina, con sus eternas turbulencias. Argentina y argentina, tan diferentes, y tan parecidas.

El amor se pierde, se diluye en un tal vez, el tal vez de tus labios de vodka.

Danza de mocos,
danza de saliva,
solsticio de Invierno.

No hay placebos para una argentina (¿Argentina?) resfriada.

miércoles, 15 de junio de 2011

Ruleros

Puta madre! Podríamos haber sido.

Podríamos haber sido labios, ojos, muertes, espejos, mares, sales, cuadernos, papeles, girasoles, caféses, mates, medialunas, chocolates, sonrisas, olvidos, horarios, rutinas, gatos, mascotas, besos, abrazos, perros, mentiras, discusiones, reconciliaciones, malos entendidos, sueños, esperanzas, saludos, mensajes, cartas, tijeras, música, museos, árboles, paisajes, novelas, pelotas, telgopor, celofan, goma espuma, cejas, orejas, lunares, dientes, abrigos, orgasmos, tobillos, rodillas, azules, verdes, amarillos, rojos, naranjas, rosas, alfajores, madrugadas, trasnoches, desencuentros, llaves, arandelas, sapos, historias, celos, correcaminos, ingleses, franceses, argentinos, revolucionarios, felices, tristes, solos, juntos, vos y yo.

Podríamos haber sido siempre dos: vos y yo.

domingo, 12 de junio de 2011

Amigos

Todo se mueve, todo se distorsiona: los días han vuelto a tener 24 horas.

No recuerdo haber bailado un cuarteto con vos, chocándonos (chocándome) a todos los que andaban cerca.

No recuerdo ese partido de fútbol, pero tomaste cientos de retratos y filmaciones para llevarlo a la posteridad.

No he dormido, no soñé. Nunca me desperté.

Tengo sueño, pero ya no puedo dormir, ni despertar. Un día más, un día verde, un día bizarro, donde todas las cosas terminan siempre en el mismo lugar.

Los soles y las otras estrellas, en tus ojos una vez más se reflejan, y son siempre iguales, como nunca antes.

Los suspiros, y tu aliento, y los abrazos. No para mí, claro.

El sitio donde habita mi alma, mi idea de las cosas, se queda con todas las cenizas, y del fuego no se vuelve más.

jueves, 9 de junio de 2011

Y un semiamargo por acá

Te supongo real, como algo que puede ser considerado verdadero. Creo en vos, a pesar de que me propuse, con toda lógica, no hacerlo. No sé mentirte: te tengo miedo, no sos tan fácil de llevar.

Te veo en pasillos alfombrados de césped, caminando de puntillas y con las manos dentro de las mangas del pulóver para sobrevivir al invierno.

Sos una divinidad de cordones desatados, de ojos mal pintados, de carácter oscilante y de risa fácil.

Sos todopoderosa, intocable e indestructible, tal vez por eso te tengo más miedo aún.

Del negro al verde. Del verde a la miel. Del grito sin voz.

Grito sin vos.

Inmortal, pero finita. Suave y soberbia. (Dos o tres obvias bellezas así).

Hace frío. Cuidate. A veces me pierdo en el lugar donde todo es rosa. A veces soy alfiler, y otras veces globo.

Sigamos jugando...sigamos haciendo de cuenta que no nos conocemos.

martes, 7 de junio de 2011

domingo, 5 de junio de 2011

Los barriletes cósmicos de N dimensiones

Imaginarte afónica. Tu chico moviéndose torpe, pero bravamente, al compás de un ritmo repetitivo.

Sentirte feliz. Tu sonrisa la extrapolo, y llega hasta mí: en mi mente un viejo viejito hablándote de sus aventuras de porteño eterno.

Una familia. Tener dos familias, y enamorarse. Un amor como el que ustedes tienen no cabe en un tres ambientes, ni un salón de fiestas. Se necesitarían varios Buenos Aires para llenar, y explicar, con todas las metáforas posibles, las razones de la grandeza, de la belleza de su mutuo y tan inevitable cariño.

No puedo evitar, ya que saqué el tema de lo inevitable, quererlos como los quiero. Fluyen sin más, arrastrados por un montón de cósmicos e ilusos, que los siguen sin poder develar el secreto de todo lo que los rodea.

Sólo fluyen, por donde sea.

Te quiero porque, aunque finjas, tenés ese costado sensible y profundo que todo lo toca, para dejarlo siempre flotando.

Te quiero porque mentís en una anécdota, y de tanta humildad, a diferencia del resto, mentís para conseguir salir mal parado.

Inspiración de todas las cosas. Hoy no traje palabras, ni artilugios, ni sutileza alguna, para estar algo más cerca de lo que ustedes extraños conocidos, merecen.

Aunque, si ustedes me lo permiten, me quedo con todos los recuerdos.

martes, 31 de mayo de 2011

Esas malas palabras

El amor ese, el nuestro, había ido, por entonces, derechito a ballotage, y nadie había dudado en impugnar su voto.

En uno de los sobres, en vez de boleta, habías mandado todas tus sonrisas.

Rayes infames

Está más allá de cualquier criterio, de cualquier debate, de cualquier ilusión. No sé si sos ese ser imperfecto, o si te desprecio y te adoro como a un objeto.

No sé si sos estrella o lámpara de noche.
No sé si sos azúcar o edulcorante.
No sé si sos guirnaldas o flores.
No sé si sos mar o pileta.

No sé si sos amor u obsesión.

De resfríos y de gripes,
de melancolías y nostalgias,
de eso consiste mi otoño.

Simplemente, soy un payaso sin maquillaje, y allá vamos corriendo vos y yo, sin espejos donde mirarnos, y sin sombrillas que nos hagan sombra.

El dolor no se mide en copas de vino. El color no es de los muertos...

Somos un viejo oeste, ya no hay lugar para los dos.

Y la otra que gira y gira, suspendida, con el cuello sobre su hombro derecho, con su sonrisa Stephen Hawking en gravedad cero.

Nuevo anuncio del gobierno nacional y popular: "amor para todos", por las dudas Mauri responde:"vos sos bienvenido" aunque por alguna razón mucho no le creo.

Tus ojos tienen eso familiar de unos mates a la tarde, y a la vez, miran más allá, y me vienen soplando con vientos revolucionarios.

Un viaje hacía ningún lado, cinco o seis veces al día.

Los hombres caminan erguidos, ¿desde cuándo?

Y todo esto sería todo, más o menos, casi nada, si vos alguna vez fueras mi café en las mañanas.

martes, 17 de mayo de 2011

Uno, dos

Recuerdo un sol sublime, irradiando tus huesos a más no poder, y una figura, aproximadamente esférica, que viajaba velozmente, y sin cesar, para rebotar en uno de los pies, para continuar su inevitable y obvio camino hacia su destino esencial.

Un recuerdo de abrazo partido y de fuegos en los ombligos. El sutil deseo que nunca se nombra. Mientras veo una vez más, recuerdo todo eso, y es por eso, que estoy hoy aquí de pie, dispuesto a morir nuevamente: con mi sudor de incontables gotas, con mis juegos guardados en la tierra.

Estoy dispuesto, para ser más precisos, a ser la nada misma, doblegado como el último soldado de la última guerra, despojado para siempre de todas mis defensas, de todos mis conceptos de ética y moral.

Todo eso con mirar a un televisor, todo eso en mi caja de dolores difusos. En offside había quedado mi mirada,

y todos los soles,
y nubes,
y los cafés,
y las lunas,
y los cigarrillos,
y los dados,
y las cartas,
y las guirnaldas,
y los cordones,
y las zapatillas,
y todas las bocas.

Todas las bocas.

Gol. Gol mío en ese potrero. Gol de Chacarita en la tele.

Hey! You've got to hide your love away...

sábado, 14 de mayo de 2011

Noriega va y viene

Larga vida a esos dos o tres botones.

Honremos a ese dulce manjar.

Y al café gratis.

Todo los teoremas pertenecen a Cauchy, y Cauchy pertenece a los teoremas.

Corren las manecillas del reloj, se transforman en razonamiento, conocimiento, estructura, y neuronas muertas. También en nostalgias, y recuerdos.

Un diez, un veinte...me da igual, te dejo el vuelto.

viernes, 13 de mayo de 2011

Criterios

Un placer verlos flotar.

Un placer verlos ser.

Un placer verlos crear.

Un placer conocerlos.

Una sumatoria de placeres que diverge de felicidad...

En el límite en el cual da lo mismo si los amores son reales o imaginarios.

lunes, 9 de mayo de 2011

Almuerzo y postre

No es momento de despilfarrar tequieros en la almohada.

En el sobrecito de azúcar se escribe, sin prisa, y sin pausa, el mensaje nunca decodificado que viaja hasta llegar a un té con limón.

No es momento de enamorarse, no.

No es momento de dejar por ahí, al pasar, un sueño sin nada, un sueño con vos, un sueño con todo. Un sueño con vos, pero sin nada, nada de.

No, no es momento de aprender a hacerlo.

Aspirado

Te escribo hasta en los momentos en los que no me sale.

jueves, 5 de mayo de 2011

O eso creo

Reglas son reglas.

El envido está primero.

miércoles, 4 de mayo de 2011

Otro secreto

Me enamoro los Martes y los Jueves. Siempre los Martes y los Jueves.

Los otros no alcanzo a olvidar.

Los Lunes son como una última cena.

Y vos estás.

Café tras café. Una nueva tarde de exactas.

Sé que en realidad no te quiero, ni te amo.

Pero en ese pasto, en esa belleza, cada vez que te veo, me lo creo.

A veces no hay uno...sin dos.

martes, 3 de mayo de 2011

Tirante

Nada es peor que un problema ajeno, externo, uno que uno mismo no puede solucionar.

No puedo arreglarlo. Ya todo es siempre igual. Y lloro de impotencia.

Porque es injusto, porque es injusto que me importe siendo que hay cosas más graves.

Todos tenemos problemas.

Sí, todos me lo dicen, yo también lo digo. Es lo mismo decir que nada importa ya.

Da igual. Todo es siempre igual.

Yo no espero nada.

No espero que nada se arregle, hasta que llegue un final.

miércoles, 27 de abril de 2011

El pesimista del sol

Te quiero de lejos, con la luz apagada,
fuera de foco, y sólo con los sesos,
lo nuestro me da un conjunto vacío...
de abrazos y besos.

Rimas baratas,
Amores de rotas alpargatas.

Sonrisas que tienden, tienden a infinito,
con teoremas nunca probados.

Corro las sábanas, corro las vidas,
Robo las llaves, te encierro en mi olvido.

Sueños y golazos,
con rotas alpargatas.

Afino tapones, tapones y puntines,
remato al ángulo de tus ojos naranjas.

Abrazos, y alpargatas.
Amores, y rimas baratas.

Todos son goles,
todos son soles.

El cariño es barato,
pero vos y yo nada.

Lo nuestro es un amor,
sin arcos,
ni goles.

Un verde césped,
Lleno de atajadas.

Rimas sin fin.
Bases sin pivotes.

Todos soles.

Vos.

Yo.

Y nada más.

sábado, 23 de abril de 2011

Eso sí, Jesús te ama

Querer es gratis, y terrible. El temor, inconsciente, y no tanto, a la falta de reciprocidad, agota neuronas y buenas intenciones. La inseguridad es lo peor que puede poseer cualquiera que desee ser querido.

Morir es gratis, y hermoso. Matarse por el otro, inconscientemente, sin importar que más quede, sin importar que sea lo que pueda llegar.

Querer a escondidas consume de inseguridad. Cuando te encuentran el sentimiento, es peor que un golpe de estado al alma, y queda acéfalo el gobierno de los pensamientos.

No sé muy bien sobre qué escribo, ni a quienes. No sé muy bien a que me abrazo. No se si hablo de amor, o de obsesiones. Si de sueños, o de paranoias.

Lo cíclico perfora rutinas y esperanzas. No poder romper los cristales hacen que se venga todo como una abrumadora burbuja que nunca podrá ser pinchada, pero que siempre transparente será.

Los otros seres humanos, me causan admiración, miedo, asco, envidia, celos, y a veces indiferencia.

Quisiera poder nadar en tus océanos y que sirviese de algo. Pero en todo esto del sentir, si algo he aprendido, es que es mucho mejor apelar a la diplomacia, y jamás ser un sincericida. El fin de todo sucede al confesar las intenciones.

Podría decir que la(s)/lo(s) quiero, pero no sé ya para qué sirve, o que significa.

Simplemente, insisto y repito una y otra vez, lo importante es disfrutar.


jueves, 21 de abril de 2011

Las pequeñas aventuras de uno de mis yo

Correr. Correr y saltar es lo más cercano a volar. Arrasado por varios fernets a cuestas y ese cruel escote que pronunciaba los senos que emitían un argumento ya totalmente irrefutable, yo me dejé llevar, y sin más, desplegué mis cuádriceps y gemelos del suelo, una y otra vez, para no volver más, en plena Avenida Santa , casi desierta un Jueves "Santo" por la madrugada.

Desconozco la razón por la cuál yo quería volar. O tal vez no. Pero lo cierto, es que, tras varias cuadras paré, y volví, consciente de que debía llegar a casa, y en eso me arrebató un insensato nuevo impulso de comprar cigarrillos, que me parecen abominables, pero quién sabe. Al fin de cuentas, allí había un kiosco 24 hs. abierto:

-¿Tenés cigarrillos?
-Sí, obvio. (pequeña sonrisa)
-¿Qué marcas?
-(risa) Todas!

Podía recordar sólo una, así que pedí unos malboro y un encendedor. Me fumé dos seguidos en un par de cuadras antes de que llegue el bondi y casi me desmayo, pero al menos, ya no tenía ganas de correr, y hasta en un gesto de altruismo, le regalé uno a un pelado que pasó por ahí pidiéndome.

Llegado a Escobar, se me pasaron las ganas de vomitar, pero caminé más de una hora, compreé boletos de 60 para la semana que viene, y le puse perfume a toda mi ropa apenas llegué a casa, y tiré el paquete casi lleno con encendedor y todo por ahí.

Me levanté y mi vieja y dijo que la ropa olía sorprendentemente bien. Curiosamente, muchas otras veces, al estar en ambientes cerrados, se me impregnaba el olor a faso y ella pensaba cualquier cosa, en fin.

Tengo la voz un poco como el coco Basile, y una alegría enorme de haber abandonado rápidamente mi adicción al cigarrillo, y suena Jefferson Airplane por toda la casa.

Y mujer, tu Otoño está en todas las cosas.

martes, 19 de abril de 2011

Simple

No hay cosa más incómoda que saludos impares.

Todo lo contrario es tenerte a mi lado.

Las fantasías corroen los azulejos. Te veo siempre. Sabes que sí. Con alfajores y café, con jeans y todo eso que en realidad no sé describir.

Simplemente no sé explicar las cosas cuando estoy contento.

Siento que caigo irremediablemente derrotado en tus territorios, a los que ingreso con mi bandera blanca.

Sabemos todo eso y mejor no decirlo, porque solo así podemos estar bien.

No pretendo trepar los más altos picos, matarte con los eufemismos más sutiles.

No pretendo querer quererte, ni quiero.

Al final, sólo sonrío...

A cielo y suelo

domingo, 17 de abril de 2011

Ave fénix

Se va de mí.

Algunas bufandas, un par de chapitas.
Algún cd, alguna carta, una torta, miles de charlas...

Se va de mí, te recuerdo y no regresa.

Interferencia destructiva entre nostalgias, presentes y recuerdos.

Será así ser humano, ¿ya no preocuparse tanto?

Sera así querer de verdad, ¿sin extrañar?

Será así.

Una lluvia o dos.

Nunca se puede volver a repetir, no podré quererte igual, nunca más.

No me duele, ni me cambia nada. Pero igual es una pena.

Me quedan metáforas sin cabeza.

Me quedo sin metáforas, sin cabeza.

Esa música es ya sólo un sonido.

Y hay sólo dos bocas que nunca se besan.

Muero y resucito,
para volver a ser yo mismo,
nunca (pero siempre) igual al anterior.