Los zapatos le bailan en los pies. Tienen un talle de más. Los zapatos se le salen de los pies. Tienen un talle de más. Perfume de mujer y de hombre, se va derrumbando sombre su vestido rojo, y sus labios rojos son parte de un mismo todo, de un mismo espanto lúgubre.
Los zapatos no tienen pies, se quedaron muertos. Los pies tenían un talle de menos. Y ahora ellos juegan elevándose por sobre el suelo, y a ese piso nunca llegan.
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