Sea feliz, no un idiota!

Si está leyendo esto, no se encuentra perdido.

Intento distraerlo, mientras le ato los cordones de los mocasines.

lunes, 11 de abril de 2016

Nada de verse

Prometo que intentaré contenerme. Será la próxima vez que nos veamos. No te hablaré de la forma en que te hablé la última vez. Y por supuesto que no voy a mirarte y sonreírme de ese modo. Es más, si de hecho no puedo reprimir mis formas, simplemente me taparé el rostro con la mano y ya no verás mi boca ni mis ojos cuando te hable.

La próxima vez...prometo intentarlo.

Mi gran duda es si el intento servirá de algo.

Seguramente no...y mi último recurso será el de tapar mi cara: Te voy a ver espiando entre mis dedos, para que no veas mis ojos (ni mi sonrisa). Si llego a destaparme seguramente la próxima vez sea igual a la última.

Es que la última vez...tampoco intenté hacer lo que me dijiste que hice. Mientras lo hacía, en ello yo no pensaba...puesto que mis pensamientos sólo se centraban en todo lo que era tuyo y se erguía allí delante mío. Aunque te hagas la distraída yo sé que vos hiciste lo mismo que dijiste que yo hice.

Seguramente la próxima vez sea igual a la última.

Seguramente la próxima vez sea, entonces, la última vez.

Vos y yo volveremos a ser lo que fuimos la última vez, y ya cada intento de contenerlo será inútil. Apenas abra ese resquicio, entre mis dedos de la mano en mi cara, que me permita vislumbrar tu luz será.

Y te diré que ojalá nos veamos de nuevo. Pero no pienso tener la culpa de buscarte.

Tal vez.