Sea feliz, no un idiota!

Si está leyendo esto, no se encuentra perdido.

Intento distraerlo, mientras le ato los cordones de los mocasines.

jueves, 25 de agosto de 2011

Súplica del soldado caído

Se ha vaciado todo el territorio. Yo me quedo rendido en el combate, dejando los desechos de un café atroz en mis ojeras. Debo besarte, abrazarte, quererte, matarte, revivirte, odiarte, tomarte toda, con tu sangre y tu bilis, para luego poder ser yo.

Será la batalla última, que me sumergirá como submarino en océanos profundos, por debajo de tu vientre, perforando los intestinos con una daga verde. Moriré en las flores de tu Primavera, como tierra y sudor, te oiré hablar con mi lengua.

Será sin metáforas y sin verdades, será la realización efectiva de nuestro más obvio destino. Ser los dos, con vos siempre ganando.

De rodillas ante ti, se suplica siempre como si fuera esa, la gran obsesión.

Me rindo sin esfuerzo cada vez, mas jamás admitiré tal fracaso ante tus ojos. Será que te sabés ganadora, y ese placer que te causa mi derrota, hace que sonrías una y otra vez.

Suspiro por otro Invierno que pasa, suspiro por la llegada de los árboles hacia las blancas costas, de la noche hasta las pieles rojas.

Hoy pierdo por culpa de mi propia estocada. ¡Oh mujer, no derramemos más sangre!

martes, 23 de agosto de 2011

Mano de Dios(a)

Antes de entrar al aula de esa escuela, cuya puerta tenía un cartel que decía: "casa del horror", jugamos a que íbamos a tener miedo.

Yo te dije que tenía ganas de mear, vos me dijiste que también. Por lo cual, ambos nos figuramos como sería la experiencia al entrar a ese lugar con semejante urgencia, y gesticulamos un chillido de terror seguido de un suspiro de alivio. Tan idiotas y sincronizados los dos.

Entonces, después de tanto te dejaste caer con delicadeza sobre mi pecho, dejando que tus dos brazos me cercasen como hacía tanto que no lo hacían, y yo también te agarré, para no dejarte ir.

Entré a ese laberinto delante tuyo, como valiente caballero, no veíamos nada, pero nada daba miedo. En la oscuridad avancé chocando todo, y en una de esas, encontré tu mano, la tomé y seguimos, cada vez riéndonos más, siendo yo muy consciente de su calor, hasta que un tipo con la máscara de scream apareció gritándonos al final del camino. No nos dio temor alguno.

Perdido te pregunté como salir, y entonces el enmascarado nos dijo con voz muy aguda: "por acá". Y claro, nos desarmamos los dos, un poco te tuviste que agarrar de mí para no caerte, aunque no te diste cuenta que no tenía sentido que hicieses eso al mismo tiempo que movías mi piso.

Y salimos al sol, de nuevo luz, de nuevo el mundo.

Vos con él, y yo conmigo.

domingo, 21 de agosto de 2011

Pink Floyd - High Hopes


The grass was greener,
The light was brighter,
The taste was sweeter,
The nights of wonder,
With friends surrounded,
The dawn mist glowing,
The water flowing,
The endless river,
Forever and ever.

jueves, 18 de agosto de 2011

Amanecidos

Quiero quererte porque vale el riesgo, mas quiero a la otra.

Quiero quererte por tu pelo despeinado, tu actitud despreocupada, tu humildad y tu alegría.

Quiero quererte, pero quiero a la otra.

Sos mediamañana y calor, sueños azules. Tal vez sí te quiero (más quiero a la otra).

Ilusas primaveras de pájaros que se estrellan en las ventanas de tus girasoles.

Rueda en tiempos.

No quiero querer a la otra.

Queriendo querer quererse, mi amor se pierde en el eterno loop de los ruleros.

lunes, 15 de agosto de 2011

Reelecciones

Tengo un miedo de Argentina...

sábado, 13 de agosto de 2011

Reencuentros

Papeles de caramelos fluyendo de aquí hasta allá. Desde mi techo hasta tu cielo, sumergiéndose y flotando hasta rebosar tu cuarto, y en ese plástico pegajoso es que las cosas caen...

Y tu boca mastica y los enamorados se besan y las ellas se reencuentran como siempre, como nunca un amor, de sol, de mí, de vos.

Las cosas se tocan, vidas se marcan, la otras se olvidan.

Alabados los muertos que hacen nevar en Buenos Aires.

En un mar de Sugus se funde aún más azúcar.

Y sí, porque no? Porque no regalarse como ellos, un nuevo tal vez?

Veda

Dibujar la sonrisa. Buscar la sonrisa. Reírse de la sonrisa. Buscar las palabras, anular las palabras. Reírse de las palabras. Dibujar las alegrías.

Se caen entre dos enamoramientos fugaces, de mentira.

Y que linda es.

viernes, 12 de agosto de 2011

Los circos y las rutas

Cuidado! Curvas peligrosas.

jueves, 11 de agosto de 2011

Velvet underground - Venus in furs


I am tired, I am weary,
I could sleep for a thousand years.
A thousand dreams that would awake me...
Different colors made of tears.

miércoles, 10 de agosto de 2011

Derecho por la General Paz

El colectivo parece ser un tubo, uno metido en otro, en forma cilíndrica, y las luces se cierran sobre él, cada vez más. Van pasando una a una, apagando y muriendo.

Conté 5 Big Bangs, y los amores quedan en las zapatillas, que juegan a pisarse sobre las piedras.

Bonito insecto, vuela hacia al brillo, se impregna y enciende las luces, se aplastan, y me dan el fuego.

Mundo de abrazos. Soles sin nombres.

Pegajosa belleza, mosca que irradia botones vegetales, flores, humanos y otras faunas.

Otros 3 Big Bangs.

Unas palabras más, inútil viaje de cafeína.

Fotogénicos payasos que nunca acabarán. Y las moscas, y el azúcar, y la luz.

Volemos alrededor de ella hasta morir.

martes, 9 de agosto de 2011

Epílogo

Llegamos con ella a conocernos lo suficiente como para no tener nada que decir.

Y sí, mi amigo tiene arrebatos de sencillez y humanidad, y repitió una frase con la que no siempre coincido, pero era perfectamente cierta en estos momentos: "las acciones importan más que las palabras".

Y yo, entonces, incapacitado quedé para intentar expresar mis sensaciones al verte, respirarte, por todos lados. Amor, nada. Amistad, nada. Cariño, nada.

Vos, nada. Yo, nada.

Arranquen mi cerebro, examinen mi cuerpo, hagan todo lo que puedan y más si quieren comprender mi estúpida sonrisa, cursi sonrisa, impregnada en toda la locura de los sueños, de los soles, de las vidas, de las muertes.

sábado, 6 de agosto de 2011

Fin de los finales

Sólo a veces uno tiene la posibilidad de saber, con algunos segundos de anticipación, cuando algo genial está por suceder. Esos segundos previos se inician en el momento exacto en el cual Mailén toca el timbre de casa. Ese es, sin dudas, mi t=0 en esta historia, la condición inicial que determina todo lo que vino después.

Pero antes, sabiendo yo que ella estaba por arribar, de a poco cada neurona de mi cerebro empieza a pensar en ello, cada neurona mía, pasa a ser una neurona-Mailén, y de a poco todos los pensamientos, todos mis pensamientos, le pertenecen a ella. Y ocupa tanto espacio todo lo que ella significa, que no me alcanza el cerebro, y empiezo a pensarla con la boca, con las manos, con los dedos de los pies, hasta que ya no me alcanza el cuerpo y todo eso se escapa, llena mi habitación, y temo que mi viejo, tomando mate en la cocina, sea invadido por ella, porque ahora todo lo que era yo es Mailén, y también el aire y mi pieza.

Entonces, al sonido del timbre, lo acompaña el sonido de la llave que yo agarro para abrirle, y el sonido de la puerta al abrirse, y después, verla de perfil, a unos diez metros de distancia, sin que ella lo note, esperando que le abra de otro lado, o, tal vez, mirando a mis perros, cada vez más viejos. Me encantó que no le ladrasen.

Y lo genial llega, toda mi casa-Mailén tiene a la verdadera Mailén adentro, y ella ni enterada de eso. Y yo no sé que se hace, no sé si la dejé pasar primero a la casa, porque jamás fui un caballero. Tampoco sé si me quiso dar un abrazo y yo también y nos salió masomenos, porque eso no es lo nuestro, y justamente, por eso, es que un abrazo torpe e inseguro fue tan lindo.

Apoya su cartera en la cama de mi cuarto, que ahora es suyo, y saca un regalo, y yo no puedo creer que siempre sepa lo que tiene que hacer. Lo sabe, no sé. Una bufanda ("Tejida por vos?!") que literalmente disuelve todo lo que yo podía llegar a hacer o decirle. Era su medio cumpleaños, cumplió 43 medios años ayer, cuando yo cumplí 44. Así que le dí un alfajor, no era mucho, pero yo sabía que ese le gustaba.

A esa altura no entendíamos nada, o ya entendíamos todo. En épocas anteriores, nos habíamos regalado tantos te quiero de manera indiscriminada para luego distanciarnos estúpidamente, que la verdad, habíamos vaciado a las palabras de contenido. No podíamos, no podemos (o al menos, yo no puedo) calificar lo que sentimos tan simplemente. Sólo le dije "gracias" y un abrazo, que me devolvió por primera vez después de casi un año. Era terrible volver a abrazarse después de tanto tiempo, más si tenemos en cuenta que nos habíamos seguido viendo, por lo general intercambiando meros silencios incómodos. Aunque yo sé que ella no vive las cosas tan dramáticamente, que no notaba que la casa amagaba con caerse. Para evitar tamaño lío, la solté enseguida.

Ya sólo nos restaba improvisar una charla banal hasta que llegase el resto, porque todo lo que importaba no lo íbamos siquiera a insinuar.

Pasó la noche, y cuando la fuimos a acompañar al colectivo, le dí un último abrazo, el único que nos salió realmente bien, porque yo sé que cuando abraza de verdad, te apoya un milisegundo la cabeza justo abajo del hombro. Yo había aprovechado para estrenar la bufanda.

Todo terminó de una vez. No tiene sentido decir que es un final. No tiene sentido, porque no termina nada. Pero si fuese una película sería uno ideal...llegar a casa y ver por todos lados su boca agigantada cuando se ríe, sus labios rojos, y esos aros con muchas cosas que cuelgan que me encantan. No puedo decir que siento por ella, porque no tengo idea, no tiene sentido siquiera pensarlo. En resumen estaba (y por una cuestión de inercia, como mi cuerpo tiene masa, sigo estándolo) tan feliz, que feliz es la palabra más insípida e idiota que he escuchado.

Si había una que en verdad podía de alguna manera sintetizar todo esto, es la que rebota como pelota a través de todo mi universo: Mailén.

Mailén, Mailén, Mailén, Mailén.

Y te vas del cine.

viernes, 5 de agosto de 2011

Un número de locos

22. Loco. Cuesta creer, concebir siquiera, que tengo semejante edad. Pues, de alguna manera u otra, podría asegurar que tengo unos quince o dieciséis años, desde entonces me olvidado de todo.

Nací el año en que cayó el muro de Berlín, uniendo a una Alemania partida en dos, tan partida estaba que mi abuelo se vino acá, y hoy hablo este dialecto del castellano y no sé una pizca de alemán, más allá de mi apellido.

Nací el año en el que asumió (al menos en mi opinión) el peor presidente de la historia democrática nacional, que ha causado daños de los cuales tal vez nunca nos lleguemos a recuperar del todo. Nací en Pilar, aunque, sin embargo, de ese lugar no sé ni como se llama la calle principal. Sólo nací ahí porque en ese sitio atendía el médico de mi madre.

Viví siempre en Escobar, ciudad de la flor, donde un represor y torturador insólitamente gobernó ocho años. Utilizó como parte de su campaña en 1995, postulándose por el PJ, (el mismo que hoy presenta 6 candidatos para las primarias, (cuatro!) con Cristina y (dos!) con Duhalde) la canción de Los Fabulosos Cadillacs: "Matador".

Vi las gomas de los autos y el país incendiarse un Diciembre, y me recuerdo llorando con mis doce años sin entender.

Grité con Batistuta, y dí varias vueltas alrededor de la plaza San Martín cada vez que ganó el Boca de Bianchi.

Hice primaria y secundaria. Soy, todavía, estudiante de exactas, de Ciencias Físicas, y el lunes me censé.

No sé si alguna vez me enamoré, o si es que siempre amé, y ya no más.

Voté en 2007 y 2009. Fallecí dos o tres veces.

Son las 4 am y a eso de las 2 am de un Sábado como hoy de 1989 yo nacía.

Se murieron mis abuelos y recién ahora los extraño, es la típica conducta humana.

Hablo inglés y castellano, y no creo en nada, sólo en el ser.

Peso unos sesenta kilogramos fuerza, y a mi edad, creo que estar feliz o triste, no es más que una cuestión de actitud.

Recuerdo soles y manos.
Recuerdo mentiras y espantos

Soy lo que fui,
pero seré cualquier cosa.

Camino con todas las mochilas, y todas las cosas. A mi edad, ya tengo un pasado, y ya sé más o menos, lo que seré en el futuro.

Querer es poder, mas el poder no es querer.

Nada es tan simple. Nada es tan complicado.

Pero si me dan a elegir, de este tiempo me quedo con esa luz a través de las rejas del colegio, primero.

Con ese abrazo en la cocina, después.

Y con vos...para siempre.

jueves, 4 de agosto de 2011

Los medios años

Un pantalón rojo que usabas para dormir en agosto de 2008. Un águila en febrero de 2010. Muchos abrazos hace un año.

Hace seis meses, huevosdechocolatetalvez, hacia vos, desde mí.

Me diste los mejores regalos de medio cumpleaños o, si lo preferís, cumplemedioaño. Mañana cumplirás 43, y yo 44. Tal vez no nos veamos en tan especial ocasión, niña dueña de todas las cosas, pero los recuerdos en esta fecha se suscitan.

Papeles muertos recuerdan estos días, y al pensarte, siento como un dulce de leche, y un chocolate tibio corriéndome por las venas, arterias y capilares. Una sonrisa de eco eterno.

Luego, todo se vuelve más fácil cuando recuerdo el mero hecho, el pequeño milagro, de que existamos al mismo tiempo.

martes, 2 de agosto de 2011

Batido

Estornudás, y buscás un pañuelo de papel con tu mano. Te sonás, y al agachar un poco la cabeza, al hacerlo, se te suelta un mechón de pelo. Instintivamente, utilizás tu mano libre, la izquierda, para situarlo nuevamente detrás de tu oreja. La vista nunca deja la hoja. Retomás la lapicera, y seguís con el ejercicio. De vez en cuando, te frenás, pensando un poco, dudando, y la apoyás sobre tu labio inferior, hasta llegar a una respuesta y continuar con el proceso. Eventualmente, le echás un ojo al libro que esta abierto en alguna página relacionada con el tema. Un café, dos. Tres pañuelos, cuatro.

El ciclo se repite un número entero de veces, todas las veces que vos quieras y/o necesites. Te admiro tanto que no sé que decirte. Sos un estudiante más de exactas. Pero no sos una más.

Te das cuenta que te miro y me mirás, y yo me alejo, vuelvo a lo mío y dejás de mirarme, y yo vuelvo a enfocarte, y así.

Te quiero no son las palabras que busco. Te quiero no es lo que siento. Somos brutos, pues no tenemos todavía forma de aproximar, ni siquiera por Taylor, con palabras y textos racionales abstractos que tiendan a emociones animales.

Sólo te miro y quedo totalmente envuelto en tu frecuencia, en tu rutina, en tu retina, en tu ciclo de estudio, arrasado en un terrible batido.

Alfajores y relojes

Tocás la puerta y guardás, guardás en tu bolsillo,
un dulce alfajor.
Abrís la puerta y me abrazás, me abrazás,
a mí.

Se van dos campanas con el mismo reloj.
Sin parámetro, sin neuronas, la nostalgia queda en un papel de aluminio.

Nos comió a los dos, nos comió los tiempos,
ese puto alfajor.

Sincronizados íbamos caminando de la mano,
y nada quedó.

Dos campanas sonaron, y murió,
murió nuestro reloj.

Un Águila o Cachafáz; un Rolex o mistral,
ya lo mismo da.

Me quedé estúpido, sin tiempo y sin,
sin alfajor.

Me quedé sólo con agujas muertas.

Vos y yo, yo y vos. Vos. Yo. Vos.

Medio alfajor para cada uno, y todo el tiempo,
de nosotros dos.