Sea feliz, no un idiota!

Si está leyendo esto, no se encuentra perdido.

Intento distraerlo, mientras le ato los cordones de los mocasines.

martes, 23 de agosto de 2011

Mano de Dios(a)

Antes de entrar al aula de esa escuela, cuya puerta tenía un cartel que decía: "casa del horror", jugamos a que íbamos a tener miedo.

Yo te dije que tenía ganas de mear, vos me dijiste que también. Por lo cual, ambos nos figuramos como sería la experiencia al entrar a ese lugar con semejante urgencia, y gesticulamos un chillido de terror seguido de un suspiro de alivio. Tan idiotas y sincronizados los dos.

Entonces, después de tanto te dejaste caer con delicadeza sobre mi pecho, dejando que tus dos brazos me cercasen como hacía tanto que no lo hacían, y yo también te agarré, para no dejarte ir.

Entré a ese laberinto delante tuyo, como valiente caballero, no veíamos nada, pero nada daba miedo. En la oscuridad avancé chocando todo, y en una de esas, encontré tu mano, la tomé y seguimos, cada vez riéndonos más, siendo yo muy consciente de su calor, hasta que un tipo con la máscara de scream apareció gritándonos al final del camino. No nos dio temor alguno.

Perdido te pregunté como salir, y entonces el enmascarado nos dijo con voz muy aguda: "por acá". Y claro, nos desarmamos los dos, un poco te tuviste que agarrar de mí para no caerte, aunque no te diste cuenta que no tenía sentido que hicieses eso al mismo tiempo que movías mi piso.

Y salimos al sol, de nuevo luz, de nuevo el mundo.

Vos con él, y yo conmigo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario