Sea feliz, no un idiota!

Si está leyendo esto, no se encuentra perdido.

Intento distraerlo, mientras le ato los cordones de los mocasines.

viernes, 5 de agosto de 2011

Un número de locos

22. Loco. Cuesta creer, concebir siquiera, que tengo semejante edad. Pues, de alguna manera u otra, podría asegurar que tengo unos quince o dieciséis años, desde entonces me olvidado de todo.

Nací el año en que cayó el muro de Berlín, uniendo a una Alemania partida en dos, tan partida estaba que mi abuelo se vino acá, y hoy hablo este dialecto del castellano y no sé una pizca de alemán, más allá de mi apellido.

Nací el año en el que asumió (al menos en mi opinión) el peor presidente de la historia democrática nacional, que ha causado daños de los cuales tal vez nunca nos lleguemos a recuperar del todo. Nací en Pilar, aunque, sin embargo, de ese lugar no sé ni como se llama la calle principal. Sólo nací ahí porque en ese sitio atendía el médico de mi madre.

Viví siempre en Escobar, ciudad de la flor, donde un represor y torturador insólitamente gobernó ocho años. Utilizó como parte de su campaña en 1995, postulándose por el PJ, (el mismo que hoy presenta 6 candidatos para las primarias, (cuatro!) con Cristina y (dos!) con Duhalde) la canción de Los Fabulosos Cadillacs: "Matador".

Vi las gomas de los autos y el país incendiarse un Diciembre, y me recuerdo llorando con mis doce años sin entender.

Grité con Batistuta, y dí varias vueltas alrededor de la plaza San Martín cada vez que ganó el Boca de Bianchi.

Hice primaria y secundaria. Soy, todavía, estudiante de exactas, de Ciencias Físicas, y el lunes me censé.

No sé si alguna vez me enamoré, o si es que siempre amé, y ya no más.

Voté en 2007 y 2009. Fallecí dos o tres veces.

Son las 4 am y a eso de las 2 am de un Sábado como hoy de 1989 yo nacía.

Se murieron mis abuelos y recién ahora los extraño, es la típica conducta humana.

Hablo inglés y castellano, y no creo en nada, sólo en el ser.

Peso unos sesenta kilogramos fuerza, y a mi edad, creo que estar feliz o triste, no es más que una cuestión de actitud.

Recuerdo soles y manos.
Recuerdo mentiras y espantos

Soy lo que fui,
pero seré cualquier cosa.

Camino con todas las mochilas, y todas las cosas. A mi edad, ya tengo un pasado, y ya sé más o menos, lo que seré en el futuro.

Querer es poder, mas el poder no es querer.

Nada es tan simple. Nada es tan complicado.

Pero si me dan a elegir, de este tiempo me quedo con esa luz a través de las rejas del colegio, primero.

Con ese abrazo en la cocina, después.

Y con vos...para siempre.

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