Sea feliz, no un idiota!

Si está leyendo esto, no se encuentra perdido.

Intento distraerlo, mientras le ato los cordones de los mocasines.

jueves, 26 de octubre de 2017

Todos mis Octubres

Es extraño tener recuerdos frescos de cosas que pasaron hace veinte años.

El día que Maradona jugó su último partido, vaya paradoja, fue el día me interesé en el fútbol. Tenía 8 años e iba a segundo grado. Diego ese día no pudo con su alma y poco hizo por Boca. Recuerdo la cortina de Bermúdez a Burgos. Y recuerdo aún más a Palermo colgándose del cielo sin bajarse nunca, como haría tantas otras veces después, sacándose la camiseta en el festejo y tirándola por ahí,  vaya uno a saber dónde, bajo la lluvia de Nuñez. Una lluvia que, después de un pesado día de Octubre, trajo alivio. Y sí, también me acuerdo que era ese mismo Palermo de pelo platinado que sería un póster de mi pieza varios años, con una remera de Pepsi parte de una campaña publicitaria.

Doce años después, Martín haría el mismo gol, bajo la misma lluvia, en el mismo estadio y también contra un equipo de camiseta con una banda roja sobre fondo blanco. En 1997 Palermo, luego máximo goleador histórico de Boca, era aún mirado con cierto recelo por los hinchas hasta junto antes de meter ese gol. Y en 2009 redimiría su imagen con la camiseta de la selección Argentina, salvándola de la eliminación contra Perú. Y yo acá acordándome que Riquelme, sin usar la 10, porque todavía era de Diego, entró a jugar el segundo tiempo de ese partido de hace ya veinte años.

Yo acá pensando en que es Octubre y mañana me recibo. Que el primer Viernes de este mes te recibiste vos y este, a la misma ahora, y en la misma aula, me toca a mí. No es mucha diferencia, tres semanas...que puede pasar en el lapso de tres semanas? Acaso había tiempo de que pasase algo en esos dos fines de semana entre tu recibida y la mía?

Practicaste tu charla conmigo y nos dimos un abrazo, y ayer me devolviste el favor. Y hoy me terminé lo que quedaba de esa pizza horrible.

Pueden pasar muchas cosas en Octubre. Y el tiempo es. No quiero caer en la boludez y decir que es "relativo"...pero el tiempo tiene esas cosas. En apenas un par de semanas pueden pasar cosas y, sin embargo, muchas cosas que pensábamos muy duraderas ya no están: Palermo y Riquelme, por ejemplo, en 1997, eran más jóvenes que vos ahora y, sin embargo, sólo 20 años después, a esto que es el fútbol ya hace un rato largo que no juegan. Es como si una parte de ellos (y de mí) se hubiese muerto para siempre en un derroche de nostalgia.

Y todo esto que pienso pasó hace dos décadas. Y también pasó hace dos semanas.

Y en 2009, ese día de Octubre de la redención de Palermo con la selección, yo cursaba el primer cuatrimestre en la facultad...y estaba lejísimos de conocerte y por supuesto ya a esa altura me sonaban muy lejanos mis recuerdos del River-Boca de 1997.

No sé porque estoy metiendo lo nuestro en mis recuerdos de fútbol. No sé porque recuerdo tantas cosas de hace tanto tiempo con tanto detalle y todavía no sé cual es el modelo de tu auto, a pesar de que volví a subirme ayer, y a pesar de que me volviste a decir cual era el Sábado pasado.

¿cómo hago para olvidar ese gol de Palermo?¿cómo hago para recordar todo lo que va a pasar mañana?

Mejor bailemos y no nos digamos nada. Nunca más.

martes, 17 de octubre de 2017

Santiago

78 días no estuviste. Y no sé todavía si estás. Dicen que eso que está ahí tal vez seas vos.

O eras vos.

No sé si creerles.

Esto es una caricatura.

Y mientras tanto yo vivo y todos los demás vivimos. Y a los dinosaurios de siempre no se les cae nunca la careta, salen de su cementerio y se devoran la tierra. Te desafían a muerte si se ensucia el estadio de Racing y casi que se ríen de que vos aparezcas...así. Al menos apareció, dirán. Ese hippie mugroso se lo buscó.

Si Chile se queda afuera del mundial, los "insultamos" diciendo que son "mapuches".

Y en mi vida pasan los fernet, los entredichos y las birras. Los Viernes incomprensibles. Todos los pensamientos que me carcomen y los power points insulsos y entonces me acuerdo de vos. Y yo pensando en mis boludeces.

Y de golpe los dinosaurios dicen insensibles: "hallaron un cuerpo en el Río Chubut"  y vos que sólo estuviste ahí un primero de Agosto defendiendo lo que creías. Y yo en mi departamento burgués escribiendo en mi laptop.

78 días estuviste. Y sé que todavía estás. Nunca desapareciste

Presentes están los 30000. Ninguna lucha es efímera. Porque aunque Marzo del '76 suene lejos, esto también tiene que ver con eso. Y todo eso tiene que ver con todos nosotros. Porque buscamos derechos. Buscamos hablar. Buscamos luchar.

Porque aunque les digan de todo, las mujeres luchan, más que nunca. Y se me infla el pecho de orgullo por su Resistencia. Y eso también tiene que ver con todo esto que pasa

Que no me vengan más con sus excusas de fachos. Son los mismos siempre. Los mismos de la "tierra plana", del "algo habrán hecho", los que hoy se excusan por lo que es indefendible.

Ninguno que lucha desaparece.

Nunca.

sábado, 14 de octubre de 2017

De los Incas

Yo me quedé varado ayer en algún lugar entre Belgrano y Colegiales.

Las rayas de tus medias tienen líneas de distinto grosor y no me acuerdo todos sus colores. Viniste muy abrigada y, en algún momento, te sacaste el calzado. Y yo hablando mucho, acostado en el silloncito sucio, sin saber lo que decía. Sin saber que dije. Sin saber que decir.

Y no saber. No saber si estamos muy cerca o muy lejos. No saber que nos pasa, ni que debería pasarnos, ni que deberíamos sentir. Y no sé si acercarme o no. Y vos tampoco. Te estás por ir pero no te vas, porque ambos sabemos que querés irte...pero también quedarte un rato más. Y en una de esas me pediste algo de jugo cepita que tenía en la heladera, y que no se llegó a terminar hasta mucho después.

Y no sé cuando te abracé, ni cuanto te abracé. No sé si fue lo suficientemente fuerte, ni lo suficientemente largo. Si no hubiese sido porque te hubiese dolido (y mis fuerzas son limitadas) te hubiese estrujado los huesos y quedarnos así siempre. Es que en la vida la mayor parte de los días no pasa nada y ayer no fue uno de esos días. Ayer es algo que voy a tener por ahí dando vueltas en mi cabeza todo el tiempo. Siempre. Y algunas cosas no deberían ser tan fugaces. No sé si tuve todo el tiempo que necesitaba para mirarte a los ojos. No sé cuando nos soltamos. No sé cuando fue que me dijiste que ya no te molestaba que estuviese cerca y que.

Ya me habías dado vuelta con un "tal vez". Un "tal vez" era mucho más de lo que yo podía concebir. No sé si notaste mi temblor, mientras buscaba el vaso para servirte jugo. Cuando ya sabía que no había estado tan loco, que podía ser que te gustase un poquito. Un poquito. Ya el mundo era para siempre distinto y el fin de una historia que ya estaba escrita se derrumbó en mil pedazos. Agarraste todas las piezas del rompecabezas y las tiraste a la mierda. Y que quede claro, de eso te estoy profundamente agradecido. No sé que es lo que hacés para que todo te quede bien.

Y acá estoy. Son muy pocas horas para procesar nada. Y como ayer, pienso mucho y no sé que decir.

Entre Belgrano y Colegiales me quedé, caminando por una cornisa y cayéndome siempre en la última vez que te ví, mientras tu auto blanco daba la vuelta por De los Incas.