Sea feliz, no un idiota!

Si está leyendo esto, no se encuentra perdido.

Intento distraerlo, mientras le ato los cordones de los mocasines.

jueves, 29 de abril de 2010

Gripe

No me gustan las naturalezas muertas.
Los desengaños de las mentiras.
Sí quiero la muerte del verano, su paso al Otoño,
Aunque solo hoy día.

Temporadas de bufandas y pulóveres,
Parlantes de café con leche,
mocos de gélidas aventuras,
y la vida que huye de esa muerte.

Un poco de luz que sólo se distingue,
cuando el resto es una dulcemente amarga oscuridad,
que es de los días más cortos, pero sobre todo,
gobierna en las mentes nubladas.

Llevo un poco azul en un agujero al costado,
algo que se funde en blancas manos.
Será un fuego de algún gas venenoso,
o los ecos de los hechos mundanos.

Las medialunas con fideos y dulce,
el orgasmo silencioso de las miradas,
y esos suicidios colectivos de la masa,
de un millón de corbatas gastadas,
que caminan hacia la nada.

La fiebre y las gargantas rasposas,
esas lluvias de pocas gotas,
Esas novelas de tanto sol,
y ese viento asesino de labios.

Un vómito de insectos muertos,
de sangre olvidada en el cajón de los cubiertos de la cocina.
De dientes mohosos,
con caries que rechinan.

Toda la nostalgia del resfrío mezclada
(por su delirio)
con la ilusión del desvarío de nuestros pulmones ahogados,
que se contentan sólo con seguir respirando.

Cuando llegue el Invierno y su aroma a supernova,
seré ese zombie muerto-vivo,
medio cerebro caído,
y la otra mitad matando pajaritos.

lunes, 26 de abril de 2010

Primera, Segunda, y Tercera Persona. Atemporal

Un día, simplemente, las cosas cambian para siempre. Es el poder del tiempo, pues es muy raro que seamos capaces de notar una modificación en nuestras vidas en un período tan corto como 23 hs. y pico. Cada tanto, cada varios meses, caemos en la cuenta de que ya nada es exactamente lo mismo, y es difícil ver que pequeña cosa fue sucediendo entre cada amanecer y atardecer como para poder imaginarlo o apreciarlo. Muy de vez en cuando, aparecen esos momentos cruciales, que nos hacen caer en la cuenta de lo obsoleto de nuestros parámetros. En realidad, es tan normal que todo mute de a poco, que no nos damos cuenta del mar que nos arrastra. Yo no sé que soy hoy, creo recordar algo de lo que fui, y con base de esto predecir algo de lo que seré. Pero el mundo arrasa, 30 días, 270 y pico, 365, 1000, 2000, o simplemente un par de años.
Algún día hace 2 años, nos preguntábamos quién era esa chica, mientras el otro que ya íbamos conociendo, la conquistaba vilmente. Hace unos dos años, cuando Nontué me explico límite de sucesiones en una variable por messenger. Cuando no tenía la más puta idea de lo que era derivar. Cuando estaba inscripto a Química. Cuando volvíamos con Joaco caminando y me dijo al pasar que tal vez empezaría a estar de novio con. Cuando esa chica que te decía se sentaba con ese chico raro que iba de Bariloche y se volvió más raro cuando empezó a llevar una remera con el logo de Firefox. Todavía no me había ajustado la pc en la cual ahora escribo. Hace unos 500 días que no lo veo. Y esa chica que no sabíamos bien quien era se va a sentar mañana detrás mío junto con el chico que recién empezábamos a conocer, en aula en una clase de Ondas, de Física 2, de la licenciatura ídem (sin el 2, claro), y tal vez diga como dijo la semana pasada, cuanto extraña al chico con el que se sentaba en el cbc. En el mismo edificio del cbc donde yo cursé la secundaria, donde me sentaba detrás de ellas dos que. Entonces un día la novia de Joaco me empezó a hablar, es insoportable conocer gente nueva. Pero insistió tanto que se hizo querer. Y pensar que hace 2 años, Santuli tenía el pelo largo, y que con Joaco le teníamos miedo a Santiago Barros, y Nico Quiroga deambulaba con su fiebre de metal y Deutschland, y. Alejo tenía una rasta horrible por no bañarse, ni cortarse el pelo, pero todos ya sabíamos que era el único que estaba seguro de lo que hacía. Y seguía siendo tan buen tipo. El único con el que curse los 12 años de escuela y aún me sigo viendo. Aunque cada vez menos desde hace dos años.
Al Chino y a Mai, los veo en la facu los Martes y Viernes como dije, hace dos años no me había dado cuenta de que eran tan parecidos. Intenté describirlos pero no puedo, sólo se puede conocerlos.
Nontué es, sencillamente, una de las personas más maravillosas que he conocido: fantasiosa, dulce, amable, inteligente, madura, y desde hace un par de días.
Santiago está loco, está tan loco, que a veces se enoja hasta más que yo.
Santuli, es un tipazo, siempre sentí mucha empatía con él en muchas cosas, pero me gustaría que se saque ese traje de macho insensible.
Joaco deambula, no me gusta que se haya ido, que haya dejado tan fácil UBA, sólo por vagancia, pero es una de las personas que más me conoce, que más me conoce desde chico, y más me repseta como soy, sin problema en decirme algo si hace falta.
Ale, siempre está con una simpatía que todo el mundo admira, y que yo no entiendo, dispuesto a ayudarte en lo que sea, aún cuando no es requerido.
Agus es como una hermana menor, alguien a quien cuidar, pero cuando la hermana es una mujer madura a los 17 y uno es un boludo de 20, los roles con frecuencia se invierten.
Enrico está en Bariloche, yo ya ni me acordaba de él, hasta que Mai, que lo conoce y lo quiere mucho más que cualquiera, lo mencionó el otro día.
Nontué algún día será madre, una madre excelente, una que probablemente nunca haya existido o sólo haya sido un ideal. Pero mientras tanto practica, porque ahora Jesi tiene uno, uno con sus genes, y que cuando pasen algunos años, será un poco ella, un poco él mismo.

Hace dos años no escribía, todo culpa de Non.
Hace dos años no volaba, todo culpa de Mai.
Hace dos años, no salía de casa, jamás. Todo culpa de los que nos juntamos siempre en un mar de filosofía, fernet-cola y stella artoris.
Hace dos años no conocía nadie al cual yo le cayese bien de entrada, todo culpa de Agus.

No tengo idea de como se debe sentir ser Padre (o en este caso, madre, o madrina).
Quién sabe porque el Chino será tan friki, tan curioso, tan ingenuo. Porque Mai tiene tan claro lo que quiere, y porque lo querrá tanto, a lo que tiene y que quiere tanto.
No tengo idea lo que era yo el 8 de Agosto de 1989, tres días después de haber nacido, le preguntaré al pendejo de Jesi, capaz que en el 2030 me dice.

domingo, 25 de abril de 2010

Daltónico

Una cosa medio bastante molesta, medio bastante extraña se mete por ahí, por acá, en esa mierda que en general se siente que existe cuando duele (como todo lo que duele): la reputísima Alma mía es la que está invadida. Solamente quiero ser feliz. Que complicado, che.

sábado, 24 de abril de 2010

Culpa tuya (de sogas y de Otoños)

Un poco más. Siempre tiramos un poco más. La soga se va a romper, ya lo sabemos, pero preferimos ver hasta donde llega, hasta donde resiste. Una vez destruida, no conformes con la estupidez que acabamos de hacer, para evitar el llanto inconsolable, agarramos y le hacemos un nudo uniéndola de nuevo, y así sucesivamente. Me pregunto si a la cuerda la podemos atar y una y otra vez, si podremos conseguir infinitos nudos cada vez que todo se muere para poder seguir tirando. Pero si hay un número limitado de ellos, no se puede seguir sin ella.
Por otro lado, parece imposible dejar de tirar: quedarse parado y dejar a nuestra soguita relajada es lo mismo que no tenerla del todo. No. Yo creía que todo esto llevaba a algo, pero la verdad es que no sé la respuesta a este dilema, no sé cómo decirle a la gente como jugar a suicidarse o a vivir, por el mero hecho de que yo tampoco sé hacerlo.
Si fuera tan sencillo como encontrar el modo normal en el cual cada uno oscila a una frecuencia feliz (la suya). Uno aspira a lo imposible cuando en realidad no puede siquiera con lo más simple, entonces mejor romper la cuerda un millón de veces que ponerse a saltar con ella en un jardín difuso.

Un jardín. Un Otoño, o tal vez simplemente un Abril sinónimo al mismo tiempo de esa oscuridad y de esa imposibilidad. Suena tan horrendo que los árboles mueran tan jóvenes...son como esos endemoniados amores que no llegan a conocer su Primavera. Los insomnios malditos, y el frío sin nieve se acurrucan en labios secos de azúcar, cansados de no decir nada porque total no vale la pena. No es bueno que los Amor tengan un hijo chiquito, si este chico le va a salir arbolito y morirá en Invierno.

Entonces todos los Amores morirán de pena.

miércoles, 21 de abril de 2010

Revolviendo penas (revolver de a dos)

Se revuelven las penas con un poco de lágrimas y sudor,
Se revuelven las penas... ¡Oh, el placer del dolor!
Se revuelven las penas, es que invierno no hay calor.
Y por eso se revuelven las penas: no tengo tu amor.
Y se siguen revolviendo, y me como el alma con el tenedor.
Fuego en el vientre (en el mío seguro).
Fuego en el vientre (en el tuyo may be darling).
Roja: tu sangre.
Verde: la mía.
Todas las verdades son mentiras secretas a voces,
Como mi boca que se abre para que escuches,
Ese alarido que nunca gemí
Pero que ya sabés que quiere decir
Que el mundo siempre fue y será y etc.,
Pero vos seguís aquí,
(Por no decir acá).
Tus ojos no ven;
Tus ojos descubren
Tu mano no agarra;
Tu mano dibuja;
Tu corazón no late;
Tu corazón se estruja;
Y se revuelven las penas
(Las mías; las tuyas)
Las mías sedimentan al fondo de mi pecho,
Y vos endulzas las tuyas y le ganas al invierno,
Y ya sos toda metáfora:
(Metáfora mía)
Floreces en Invierno.
Pintas sin atril.
Sonreís sin porqué.
Cebás mate a quién quiera.
(Y con mucha azúcar si se puede).
Y pasamos al verano.
Sin ningún triste Abril.
Te mojás si llueve,
Y te volvés inmortal
Y la mezcla está lista:
(Ambos terminamos de revolver)
Y sendas infusiones quedaron bien.
Es que robé una cucharadita,
Con un poco de tu dulzura,
Y volví a revolver mi revuelta revolución,
Y aspiré un poco de tu infusión de feliz locura.

lunes, 19 de abril de 2010

Recuerdo (parte II)

Tenía una mirada extraña, como oscura. Brindaba una sensación de estar perdido en otro mundo, en una fantasía infinita. Era, definitivamente, una de esas personas que no convenía enfocar directamente. Pero no sé. Tal vez, era justamente eso, ese poder que tenía de ser un tipo común y corriente que caminaba por la calle, hasta que habría un poco la boca, y con sus pocas palabras sabía hacerse dueño de todo. Sí, debería ser eso lo que me gustaba, y lo que me intimidaba de él.
Recuerdo que se acercó y me mató un poco al abrir bien los ojos y saludarme como si fuera la mujer más hermosa que jamás hubiese visto. Ahí mismo, empezó en mí esa sensación de doble filo: esa paranoia de un loco, asesino y violador suelto mezclado con un príncipe azul con olor a marihuana y unicornios multicolores.

viernes, 16 de abril de 2010

Recuerdo

Un día la conocí. O al menos eso creo. Era la reina de un bote de cartón, que navegaba por el medio de la calle. Pero Venecia no era. Después de mi dosis semanal de...(llamémoslo medicina) yo había salido a deambular por las veredas y ahí me enamoré de su sonrisa estúpida, antes de ser de dejarme atraer por su alma, obviamente. No me acuerdo cuando le empecé a hablar, ni en que estación del año estábamos, sobre todo porque pasaba esas charlas intentando memorizar todos los lunares de su cara, y además yo hablaba poco y nada, dejando que ella me llenara de sus travesías épicas, y sonando mucho, muy inteligente, al poder pensar muy bien cada palabra que decía.
Una vez que intimamos un poco (después de 4 o 5 lluvias, en las que yo salía a nadar, y ella gobernar a su pueblo) se animó a demostrarme que su reinado era más bien una farsa tipo URSS, y a mí no me quedó otra que arrasarla con mi imperialismo de mates, consejos, y otras cosas.

Hoy

Una sin dormir sibreestimulada con cafeína. Otra que se cortó el dedo pulgar queriendo rallar queso. Otro rogando desesperado por una bebida energizante gratis. Otro más, que no tiene nada mejor que hacer un Viernes a la noche, que ver números complejos.
En fin, uno de esos días que ya son rutina. Y un quinto que no tiene nada mejor que escribir una breve entrada sobre eso.
Quedará café o habrá almohada para una?¿Se desmayará desangrada otra?¿Le dolerá la cabeza a otro por el Red Bull?

Aaaaaaah, preguntas estúpidas sin necesidad de respuesta.

jueves, 15 de abril de 2010

Esos malditos abriles

Hay que saber ser un pelotudo como yo. Uno de esos que pretenden ser interesantes. Uno de esos que pretenden ser inteligentes. Hay que saber como acumular nuevos problemas sin arreglar ninguno, y sin intentarlo. Es todo un mérito está estupidezmelancólicaenamoradiza que he sabido conseguir (y aunque estoy coronado, mi corona es de plástico viejo). Ah, histérico, histriónico, haragán, con H de 'ofele. Pero en realidad no es genética pues yo me robé el naranjaverde.
Es que el acto de querer a alguien es simple sólo a mediano plazo. Al principio, y por sobre todo después de un tiempo, es demasiado complicado. Y yo, claro, como ya dije, al ser un pelotudo, siempre me estanco en el comienzo y en el final de todas las cosas.
No creo que nadie me entienda, pero insisto, no es fácil ser así de pelotudo, así que no son muy grandes mis expectativas.

miércoles, 14 de abril de 2010

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Un limón podrido cae en el vaso. Le tiramos un poco de agua y sigue un par de días así, hasta que de a sorbitos se ingiere todo, y esos maravillosos cultivos son los dueños de mi alma. Las semillas de ese fruto se quedan estancadas y los nuevos limoneros que brotan coagulan mi sangre. Mi sangre. Y mientras crece, ramas brotan fuera de mi cuerpo y no puedo recoger los nuevos limones que de mí van cayendo. Estos, sin embargo, parecen no tener herencia en sus corazones, y se van muriendo sin gracia. Mis arbolitos son pues, creadoras de vidas inútiles, o de muertes. Ni siquiera parecen tener jugo mis gajos.

Ya me llenó de ácido. Y cansa bastante.

sábado, 10 de abril de 2010

Melancolía-a-aa-a

Mirar a los ojos es muy peligroso. Sabemos que buena parte de la expresión de cualquier cosa que nos pase, va por ese lugar, y esa conexión que se crea cuando intersectan nuestros campos visuales, la maravilla de ver lo que el otro ve, termina siendo el fuego mismo y un dolor intestinal agudo. Si encima, por casualidad, esas pupilas son "las" pupilas, ay ay ay, que confuso! es tanta la belleza y el dolor, y tan mezclados están que no sé que es lo que pasa.
Pero vamos a intentar describirlo: "es un maravilloso instante diferencial, inifinitesimal, ese en el cual somos capaces de resistir mirar a los ojos, hasta que nos damos cuenta que no hace falta seguir, que no hace falta resistir, porque de todas maneras, ese recuerdo quedará para siempre, y por ende, de alguna forma esos cruces de miradas también lo harán. Y cuando todo esto se haya roto, cuando se haya extinto el reflejo de cada pupila en la otra, una disimulada sonrisa baja, se va esgrimir mientras se sabe, y se comprende (justamente lo antes mencionado), que este tipo de dichas son finitas por el hecho de que sólo así pueden ser proyectadas a la eternidad"

El riesgo está en el hecho de que será insufrible volver a ver el verde de esos ojos...así como será imposible seguir vivo sin hacerlo alguna vez de nuevo. Es evidente, ¿verdad? Sin embargo, no deja de ser interesante pensar en ello. Siempre con el recuerdo de las miradas.

jueves, 1 de abril de 2010

Puaj

No es extraño que se extrañe a esa extraña que que no me es extraña, pero es extraña por extravagante.

Sí, es tonto que te busque en el recuerdo,
si cuando te encuentro te volvés olvido
y entonces, claramente, el pensamiento queda obstruido,
y mi mente se lamenta por su suerte...

que en realidad es una excusa para las equivocaciones y ese azar es mentira.

En realidad, lo que se recuerda nunca existió,
y lo que es o fue, lo olvidé,
y a pesar de tu presencia
lo que se desea es lo que se resume en jamás.

Aunque no sea cuestión de imperfectas intersecciones de destinos,
el deseo que se sueña sí existe,
creado como una colonia de hormigas que brotan dentro mío,
y cuando quieren, salen algunas por mi boca, la del hormiguero.

Y ya sabe usted, así son las hormigas: tercas y laburadoras.
Obsesivas y torpes.
Kamikazes.
Eternas.
Conmovedoras.

Ellas sólo crean todo esto por instinto...

No será el destino,
pero la evolución que nos hizo así
(a ellas y a mí)
nos arrastró a este maravilloso desatino.

Los razonamientos están perdidos, y me marean la cabeza.
Ay! Cuanta belleza,
toda tuya;
no mía.