Sea feliz, no un idiota!

Si está leyendo esto, no se encuentra perdido.

Intento distraerlo, mientras le ato los cordones de los mocasines.

martes, 2 de agosto de 2011

Alfajores y relojes

Tocás la puerta y guardás, guardás en tu bolsillo,
un dulce alfajor.
Abrís la puerta y me abrazás, me abrazás,
a mí.

Se van dos campanas con el mismo reloj.
Sin parámetro, sin neuronas, la nostalgia queda en un papel de aluminio.

Nos comió a los dos, nos comió los tiempos,
ese puto alfajor.

Sincronizados íbamos caminando de la mano,
y nada quedó.

Dos campanas sonaron, y murió,
murió nuestro reloj.

Un Águila o Cachafáz; un Rolex o mistral,
ya lo mismo da.

Me quedé estúpido, sin tiempo y sin,
sin alfajor.

Me quedé sólo con agujas muertas.

Vos y yo, yo y vos. Vos. Yo. Vos.

Medio alfajor para cada uno, y todo el tiempo,
de nosotros dos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario