Sea feliz, no un idiota!

Si está leyendo esto, no se encuentra perdido.

Intento distraerlo, mientras le ato los cordones de los mocasines.

lunes, 5 de septiembre de 2011

Septiembre, otro Septiembre

A veces pienso en lo que te compone. Trato de figurarme de que manera puede ser posible que seas de la forma que sos. Imagino causas, casualidades, bifurcaciones de destinos que te han llevado hacía mí.

Mis ojos no son más que dos o tres, e intentan observarte de reojo, y a veces, captarte. Me dibujo todos los escenarios con lápiz y neuronas, y siempre resultás ser poseedora de todas las perfecciones.

Te quiero tomar con cucharita y cucurucho, pero otras veces quiero ser yo el helado.

Me despellejo frente a vos, te muestro mi carne y mi alma: una viva y la otra muerta.

En un cuarto kilo, saboreándonos los dos, y ya no pensar. No pensar. Dejar la complicación de los por qué. De los porque, también.

Derretirnos, hasta no distinguir un sabor, o mejor, paladearlos a todos.

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