Sea feliz, no un idiota!

Si está leyendo esto, no se encuentra perdido.

Intento distraerlo, mientras le ato los cordones de los mocasines.

domingo, 5 de junio de 2011

Los barriletes cósmicos de N dimensiones

Imaginarte afónica. Tu chico moviéndose torpe, pero bravamente, al compás de un ritmo repetitivo.

Sentirte feliz. Tu sonrisa la extrapolo, y llega hasta mí: en mi mente un viejo viejito hablándote de sus aventuras de porteño eterno.

Una familia. Tener dos familias, y enamorarse. Un amor como el que ustedes tienen no cabe en un tres ambientes, ni un salón de fiestas. Se necesitarían varios Buenos Aires para llenar, y explicar, con todas las metáforas posibles, las razones de la grandeza, de la belleza de su mutuo y tan inevitable cariño.

No puedo evitar, ya que saqué el tema de lo inevitable, quererlos como los quiero. Fluyen sin más, arrastrados por un montón de cósmicos e ilusos, que los siguen sin poder develar el secreto de todo lo que los rodea.

Sólo fluyen, por donde sea.

Te quiero porque, aunque finjas, tenés ese costado sensible y profundo que todo lo toca, para dejarlo siempre flotando.

Te quiero porque mentís en una anécdota, y de tanta humildad, a diferencia del resto, mentís para conseguir salir mal parado.

Inspiración de todas las cosas. Hoy no traje palabras, ni artilugios, ni sutileza alguna, para estar algo más cerca de lo que ustedes extraños conocidos, merecen.

Aunque, si ustedes me lo permiten, me quedo con todos los recuerdos.

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