No es momento de despilfarrar tequieros en la almohada.
En el sobrecito de azúcar se escribe, sin prisa, y sin pausa, el mensaje nunca decodificado que viaja hasta llegar a un té con limón.
No es momento de enamorarse, no.
No es momento de dejar por ahí, al pasar, un sueño sin nada, un sueño con vos, un sueño con todo. Un sueño con vos, pero sin nada, nada de.
No, no es momento de aprender a hacerlo.
En el sobrecito de azúcar se escribe, sin prisa, y sin pausa, el mensaje nunca decodificado que viaja hasta llegar a un té con limón.
No es momento de enamorarse, no.
No es momento de dejar por ahí, al pasar, un sueño sin nada, un sueño con vos, un sueño con todo. Un sueño con vos, pero sin nada, nada de.
No, no es momento de aprender a hacerlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario