Sea feliz, no un idiota!

Si está leyendo esto, no se encuentra perdido.

Intento distraerlo, mientras le ato los cordones de los mocasines.

sábado, 2 de julio de 2011

De abandonos

Me quedé ahí quieto, simplemente perdido en tus tobillos. Ellos se iban, ni frágiles, ni fuertes. Pero en lugar de ellos, se doblaba el piso, y yo sin él, quedaba suspendido, ingrávido, condenado a flotar para perseguir con la mirada ese par de tobillos en los que me había perdido.

Me arden los dedos, no tocan nada, pero se retuercen y escurren su sangre sobre sí mismos, decididos a ese suicidio con tal de evitar ser parte de vos.

Te vas con la mirada, y me quedo en tus tobillos. Te vas.

Te vas con los brazos en jarra, y con la espalda negra.

Me das tu última cara, sonrisa de nada, café tampoco.

Me duelen tus pies, y me vuelvo a la tierra.

Soy yo.

Quedé tirado, vomitando en tu almohada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario