Sea feliz, no un idiota!

Si está leyendo esto, no se encuentra perdido.

Intento distraerlo, mientras le ato los cordones de los mocasines.

sábado, 14 de agosto de 2010

nsf, y cuidado con lo que te dicen los extraños, especialmente yo

Yo tengo esos enamoramientos de un día. Por supuesto, no son amores de verdad, pero a veces pasa que, un gesto determinado, en particular me arranca la cabeza y me deja pensando.
Había una que sonreía de tal manera, con tanta dulzura, timidez, y cortesía, como si al mismo tiempo que sonreía estuviera pidiendo disculpas por hacerlo, pues en el fondo seguramente sabía la belleza de su sonrisa, y la culpa que, seguramente esto le daba, no le dejaba más opción que ruborizarse tibiamente. Más sonreía y reía, más se ruborizaba esa chica.
Yo tenía ganas de cortarle esa sonrisa, y pegarla como póster en algún lado bien visible de mi cerebro, cosa que cuando yo estuviese mal (algo que sucedía con desmesurada frecuencia durante esos días en la facu) al verla pudiera yo contagiarme un poco.

Después uno se olvida, pero justo recién me acordé, y creí que valía la pena contarte, así de alguna manera u otra, le voy poniendo cinta a la pared.

No hay comentarios:

Publicar un comentario