Sea feliz, no un idiota!

Si está leyendo esto, no se encuentra perdido.

Intento distraerlo, mientras le ato los cordones de los mocasines.

sábado, 20 de marzo de 2010

Paréntesis cotidiano

Corta la tostada en cuartos. Tomá 3 de ellos y mojalos en una taza grande de café con leche (Con té funciona, pero no tan bien). Al cuarto que sobra ponele mucha miel, y media frutilla exacta. (o lo más exacta que te salga).
Agarrá la cucharita (debe ser metálica) y apoyala en el mantel paralela al plato sobre el cual ubicarás tus trozos de tostadas ordenados al azar (es la parte divertida de esto). Tomá la cuchara, y usala de espejo, lo más probable es que la refracción imprecisa de tu rostro en ella provoque diferentes reacciones, que pueden variar desde la risa, pasando por la indiferencia (siempre la peor de todas) llegando hasta el llanto. Para potenciar cualquiera de los anteriores posibles efectos se recomienda el uso de ropa formal, digamos, como uno iría a una entrevista laboral.
En caso de tener hambre, está permitido consumir la cantidad de tostadas o infusión que se deseé. Al terminar, tomar una siesta, un colectivo, un tren, algún cohete a Orión, o simplemente guardar la cuchara en algún bolsillo de alguien que ande por ahí.

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