Las piernas se cortan.
La ebriedad se siente.
Los colores se doblan.
El dolor ausente.
La sangre brota.
Ayuda se necesita.
Todo termina.
Todo se revierte.
Chau, chau, adiós.
Always look at the bright side of life.
Nadie es feliz en Mar del Plata.
Y los que tienen una sola pata ni te cuento lo enojados que están...
Aunque algunos todavía tienen dos, y siguen sangrando.
Sea feliz, no un idiota!
Si está leyendo esto, no se encuentra perdido.
Intento distraerlo, mientras le ato los cordones de los mocasines.
Intento distraerlo, mientras le ato los cordones de los mocasines.
sábado, 27 de noviembre de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario