Es estúpido. Lo sé. Pero estar solo no es estar solo si uno sabe que hay otro haciendo lo mismo. Mientras uno hierve la pava, y sabe que ella también. Cuando uno lee los apuntes a último momento y sabe que hay otros tantos.
Yo no sé si mi té sabe a miel, y no sé si esto es trillado, y no sé si esto es casualidad. Desconozco lo real. Cada vez que me empecino en estar mal, llega esa fuerza divina, que yo sé que no es tal, pero por fe, digamos que sí. Digamos que las dosis de amistad y cariño llegan cuando más se necesitan.
Sé que tengo el pelo largo, y me gusta divagar porque sí. Sé que me gusta más hablar de la vida que vivirla y algo hay ahí que no cierra. Sé que es una mierda si uno la mira sólo en un sentido. Estás ahí tomando un té, con apuntes revueltos, escribiendo y charlando cuando deberías estudiar. ¿Deber?. Mejor cerrar los ojos y ver las verdaderas verdades que verdaderamente importan. Es una noche más de vida para mí, y esta no es de mierda.
Cuando Sagan se ríe explotan las burbujas, se deshace esa opresión en el pecho, sólo por poder reír. Y él ni enterado.
Nada es cursi. Nada es trillado. Nada es tonto y nada es irreal. O nada es real dirían los de Liverpool. Fijate vos, que no pasa porque sí. Todo pasa. Y tiene una razón. No es Dios. Es el universo indiferente, que nos deja nuestra libertad. No es posible serlo sin esa condición.
Tus silencios se pueden escuchar. Ya no sólo huelo (y tomo) un té con vos. Escucho las hojas que pasan y no necesito cerrar los ojos (ni verte) para saberte. Porque que estás. Es increíble que nunca te hayas ido.
Y yo soy libre, y me dio sueño, y vos estudiando, ahora sí. Y.
Imagino tus locuras, aún más válidas que las mías, y ya no sé que es sentirse mal.
Yo no sé si mi té sabe a miel, y no sé si esto es trillado, y no sé si esto es casualidad. Desconozco lo real. Cada vez que me empecino en estar mal, llega esa fuerza divina, que yo sé que no es tal, pero por fe, digamos que sí. Digamos que las dosis de amistad y cariño llegan cuando más se necesitan.
Sé que tengo el pelo largo, y me gusta divagar porque sí. Sé que me gusta más hablar de la vida que vivirla y algo hay ahí que no cierra. Sé que es una mierda si uno la mira sólo en un sentido. Estás ahí tomando un té, con apuntes revueltos, escribiendo y charlando cuando deberías estudiar. ¿Deber?. Mejor cerrar los ojos y ver las verdaderas verdades que verdaderamente importan. Es una noche más de vida para mí, y esta no es de mierda.
Cuando Sagan se ríe explotan las burbujas, se deshace esa opresión en el pecho, sólo por poder reír. Y él ni enterado.
Nada es cursi. Nada es trillado. Nada es tonto y nada es irreal. O nada es real dirían los de Liverpool. Fijate vos, que no pasa porque sí. Todo pasa. Y tiene una razón. No es Dios. Es el universo indiferente, que nos deja nuestra libertad. No es posible serlo sin esa condición.
Tus silencios se pueden escuchar. Ya no sólo huelo (y tomo) un té con vos. Escucho las hojas que pasan y no necesito cerrar los ojos (ni verte) para saberte. Porque que estás. Es increíble que nunca te hayas ido.
Y yo soy libre, y me dio sueño, y vos estudiando, ahora sí. Y.
Imagino tus locuras, aún más válidas que las mías, y ya no sé que es sentirse mal.
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