Hay que poner huevos!
No hay suficiente chocolate para ti.
Suerte que en mi viaje a los noventa me bastó con un billete de cinco.
Que no se diga que los aplasté, que no supe que escribirte, y mucho menos, que me morí de vergüenza.
Es que, en realidad, ya sabemos...
Sea feliz, no un idiota!
Si está leyendo esto, no se encuentra perdido.
Intento distraerlo, mientras le ato los cordones de los mocasines.
Intento distraerlo, mientras le ato los cordones de los mocasines.
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