Sea feliz, no un idiota!

Si está leyendo esto, no se encuentra perdido.

Intento distraerlo, mientras le ato los cordones de los mocasines.

domingo, 12 de diciembre de 2010

Indulto

No es tan fácil crear ilusiones interesantes. Buscar la idea, la luz, de una historia, o un destino.

Creer en la mirada no es posible: nadie puede vivir de recuerdos de ojos sonrientes.

Hay historias sin finales, mas no hay finales sin historias. Y yo te cuento de los ojos porque quiero terminar.

Pupilas las hay a montones, y sin embargo yo sé que no hay otras iguales, yo sé que se entiende. Sé que me gustan aunque estén rodeadas de ojeras de café de media tarde.

No es bueno el whisky para tratar profundas depresiones, pero es muy útil para suprimir una noche de melancolía.

Nadie se olvida de nadie, y los dolores no pasan ni un poco, sólo que, uno se acostumbra. El tema es que de la costumbre, uno tiende a olvidarse que es lo que tiene y que es lo que no, y hasta se olvida de sentir cosas.

Good pochoclo; ugly movie. Qué feo cuando los ojos miran por mirar.

Los dos (o tres, o cuatro, u ocho) tenemos narices, respiramos y olemos lo mismo, pero el oxígeno no nos llega igual, pues algunas de nuestras neuronas juegan al ahorcado.

Grosero error elegir ser humano, el más imperfecto de los animales. La más fascinante falla evolutiva.

Claro, no tiene sentido buscar nuevos deliciosos globitos oculares si total uno sabe que los va a extrañar en el futuro, e intentará dejarlos en una noche de whisky. Oh my!

Si creyeras en los míos, la puta que te parió!

Ya no quiero tener ojos, si mis sonrisas y mis miradas, así como mis historias, van dedicadas a un ser hereje.

Pero creer en tu mirada, es creer que la tierra es el centro del universo, que es plana, y que las tortugas gigantes la sostienen en su caparazón.

No he descubierto el horizonte: que es la única manera de conectar tierra y cielo, de mezclar realidades con fantasías, recuerdos con presentes, ojos con sonrisas, y vos conmigo.

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