Tu belleza es un dogma.
Tanto que muero.
Por vos muero. Intento elogiarte, decirte algo creativo, ocurrente, y me es imposible. No puedo agregar nada más. Sos tan dulce y tan fuerte, que me muero estrellado y empalagado.
Me morí. Culpa tuya.
Sea feliz, no un idiota!
Si está leyendo esto, no se encuentra perdido.
Intento distraerlo, mientras le ato los cordones de los mocasines.
Intento distraerlo, mientras le ato los cordones de los mocasines.
martes, 28 de diciembre de 2010
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