Sea feliz, no un idiota!

Si está leyendo esto, no se encuentra perdido.

Intento distraerlo, mientras le ato los cordones de los mocasines.

miércoles, 28 de julio de 2010

Vidas (mías)

Camina por Escobar: un pedazo de alma mía,
Escucho de costado: el 276 y su ruido.
Llegan a las vías: mis pies y el colectivo.
Suenan las campanas: de todas las mentiras
Sueño con tu cara: al sol del mediodía.

Camino por la calle, cuento las baldosas que faltan.
Extraño tu color, y en la vereda hay demasiada basura.

Hay un cabello tuyo que en realidad es hilo,
lo deshilacho despacito,
te desarmás en mis manos.

Un pinchazo de una aguja,
se lleva un poco de mi sangre,
y vuelvo a caminar por la pasarela,
te pienso cada instante.

Sos mi vida y mi muerte,
sos el cordón de Mitre y Travi,
y ya no sé a donde voy.

Veo un Chevallier,
dice Zárate,
yo leo Mailén.
Pero llevo en mi cerebro,
el ovillo de Nontué.

Soy solo mío nada más,
un punto, en un lugar.
Con coordenadas tita y phi,
(y el radio R de la tierra)
defino mi posición.

Soy un Invierno en continuo
emborrachado por el sol.

Me enamoré de mí mismo,
pero tanto tiempo conmigo,
ahora me detesto por siempre.

No sé que es lindo o feo, he aprendido a admirar el agua sucia de las cloacas y a detestar la poesía.

Se me agotan las ideas, será que ya no camino,
será que volvió internet y al blog vuelvo.

Porque las quiero tanto que ya no podré querer nunca más a ninguna.

Tengo un pantalón rojo, una llave, un ovillo, muchas historias, y una vida que es peatón ella sola.

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