Sea feliz, no un idiota!

Si está leyendo esto, no se encuentra perdido.

Intento distraerlo, mientras le ato los cordones de los mocasines.

lunes, 16 de enero de 2017

Lágrima

Hoy me acordé. Después de volver a soñar los mismos sueños de siempre, me acordé. Me acordé de vos y de mí. Y recordé que nosotros éramos. O, más bien, recordé lo que nosotros éramos. Recordé.

Teníamos deciocho años y, por algún motivo, jamás me la jugué. Llegó el momento. El momento de dejar de soñar. Ya no somos nosotros. Me pregunto, entonces, que es lo que queda. En el último orejón del tarro.

Y los dibujos de tus ojos me miran y yo...ya no sé más que hacer. Tenemos deciocho. O 18. No sé que es mejor.

Y somos dos o tres nubes. Y un vodka y una última vuelta de tuerca. O el último orejón. Somos lo suficientemente viejos como para tener una historia que ya no recordamos, mas sabemos que en algún lado existe. Como nosotros. Lo que nunca fue, y nunca iba a ser, deja lugar a un mísero tal vez.

Y que ganas de ser jóvenes, para carecer de nostagia.

Me duelen tus ojos.

Vos y yo somos palabras que no pueden escribirse por separado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario